Isidro Fuensanta,
el pirado, camina por el bosquecillo; la ropa sucia y andrajosa, un
macuto y una hoz a su espalda. Los pájaros callan al escuchar el crujir de la
hojarasca bajo sus pies. Abandona el robledal, internándose en una extensa
plantación de eucaliptos. Donde antes había vida, ahora impera un silencio solo
roto por el tétrico crujir de los largos troncos mecidos por el viento, como un
lamento del más allá. Si no conociera el lugar, el carácter supersticioso del
pueblerino lo habría inducido a dar marcha atrás. Entre las primeras sombras de
la noche una figura se deja entrever en el sendero, cubierta con una capa. Se
adivinan unas formas juveniles de mujer, Isidro se relame los labios.
—¿Quién eres,
niña?
La presencia levanta
la cabeza, bajo su capucha asoman unos mechones rubios.
—La muerte, me
llaman.
—Tú no eres
fea, como Ella —titubea.
—Entonces ven
conmigo —muestra un papel en su mano— ¡Estás en mi lista, Isidro Fuensanta!
El pirado se arroja al suelo y suplica aterrado por su vida. La muerte, entre carcajadas, le grita que corra, si alcanza la linde del eucaliptal antes que ella, podrá vivir.
Amalia ha llegado
a la cabaña del curandero, entrega la nota que su madre ha garabateado a toda
prisa. Recoge las hierbas y emprende el regreso, sabe que de su presteza depende la
salud de su hermana, que se debate entre fiebres. Ha sido astuta, piensa, al enfrentar
los peligros de la noche. No sabe si ahora, tendrá la misma suerte.
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Puedes leer la continuación de este relato Aquí
El blog El Tintero de Oro nos propone este microrreto que consiste en escribir un relato de no más de 250 palabras, a partir de una cita famosa. La cita en la que se ha inspirado este micro es la siguiente:
"Por la noche todo toma su verdadera forma y su verdadero aspecto. Al igual que solo de noche se distinguen las estrellas en el cielo, entonces se perciben sobre la tierra muchas cosas que no se ven de día"
Selma Lagerlof
La muerte siempre debe ser mujer bella, pero creo no lleva listas, sino que todo lo hace al azar, al capricho.
ResponderEliminarHola Jose, pienso como tú, la muerte es azar, nada está determinado. Un abrazo.
EliminarMuy entretenido micro, Jorge, con un final que nos deja en ascuas por saber cómo será el regreso de Amalia a su hogar. Se ajusta a la cita de modo acertado. La descripción del bosque, me hizo evocar las masas forestales de eucaliptos que se encuentra por Galicia y parte de la cornisa cantábrica.
ResponderEliminarBuen relato, me ha gustado. Un abrazo.
Hola Carles. Pues habrá que escribir la segunda parte jeje. Si, por desgracia aquí sobran tantos eucaliptos como pirómanos, es lo que tiene una concepción del monte solo como negocio a corto plazo (y me refiero tanto a los eucaliptos como a los pirómanos y quienes les pagan). Un abrazo.
EliminarHola Jorge , te e leído antes y la verdad es que un relato un poco inquietante
ResponderEliminaresperemos que la muchacha llegue para poder salvar a su hermana.
Muy buena la cita , te deseo una feliz noche, besos de flor.
Hola Flor, yo creo que llegará a tiempo, pero... muchas gracias por comentar, abrazos.
EliminarBuena aportación al reto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Macondo. Un abrazo.
EliminarTotalmente cierto, la noche todo acerca la realidad, o, lo irreal, quien sabe. Un micro inquietante acorde con la cita de excelente lectura. Un placer. Saludos
ResponderEliminarHola Nuria, la noche tiene algo de especial que nos engatusa. Saludos.
EliminarIntriga por cómo acabará la historia...Estupendo micro y cita! Saludos!
ResponderEliminarHola Mayte, me alegra haberte intrigado, saludos!
EliminarHola Jorge: Excelente elección de la cita y un micro muy bueno engancha. Un saludo.
ResponderEliminarHola Ainhoa, me alegra que tan poco espacio haya sido suficiente para engancharos un poco. Saludos.
EliminarQué relato más inquietante y a la vez más hermoso. Y la frase en la que te inspiras es preciosa.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Rosa, la verdad es que en este tipo de microrretos el espacio se queda pequeño para interesar en una trama, pero se intenta. gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarHay que demostrar lo que u o vale, cusndo hay que demostrarlo. Cuando es necesario.
ResponderEliminarEsta chica saldrá de cualwuier situacion. Incluso de la vuelta a casa con las medicinas
Abrazoo
De que me suena lo de Fuensanta? Es inventado? Me suena de un asesino múltiple. Mire si era el sacamantecas, pero no. En Google solo sale un pueblo.
EliminarCuriosidad
Hola Gabiliante. Es posible que la chica salga de esta, igual hago una continuación jaja. Respecto al nombre de Fuensanta, fue lo primero que se me ocurrió, así sin más. Si te refieres al sacamantecas de Allariz, también conocido como el hombre lobo de Allariz, su nombre era Manuel Blanco Romasanta, pensé en él también a la hora de inspirarme para el relato. Un abrazo.
EliminarAhhh... fuensanta y romasanta, eso es lo que me debe sonar. Gracias
EliminarHola, Jorge. La verdad es que no me esperaba el final. Como lo has ambientado tan bien al principio, entré hasta dentro en la historia y pensé que la muerte venia a por el Pirao en ese bosque que se prestaba a ello. Pero me engañaste bien engañado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Pedro. En general suelo intentar tirar hacia finales imprevisibles, si el final se adivina desde el principio el relato pierde su gracia. Un abrazo.
EliminarLa muerte debe ser mujer y debe de ser bella. Como la imaginó Neil Gaiman, por ejemplo.
ResponderEliminarAunque no era la muerte, sino una bella mujer con la astucia para evitar los peligros. Y llegar a esa cabaña, preocupada por la salud de su hermana.
Bien contado. Saludos.
Hola Demiurgo, la muerte no tiene rostro, al menos en el más acá, así que cada uno la imaginará según mejor entienda conforme a sus prejuicios, pero sería hermosos imaginarla bella y femenina. Un abrazo.
EliminarPara los que viven la vida loca la muerte es fea. Para los que la vida les maltrata la muerte ha de ser una bella libertadora.
ResponderEliminarUn relato la mar de original por la imaginación de la joven para evitar el peligro del depredador.
Un abrazo.
Hola Francisco. Cierto, cada cual la verá según sus propias vivencias y sensaciones. Un abrazo.
EliminarUn relato con unas descripciones hermosas, nos queda la duda de si Amalia pudo salvar a su hermana. Un gran aporte al reto, saludos.
ResponderEliminarHola Ana. Tal vez la duda quede para una hipotética continuación. Un abrazo.
EliminarDesde luego, Jorge, has sabido plasmar el carácter de superstición rural de antaño y el temor ancestral a las apariciones. Un bosque, oscuridad, la muerte disfrazada de juventud… o las artimañas de una niña para conseguir sobrevivir ella y los suyos.
ResponderEliminarEl tal Isidro no era gente de bien, ese relamerse de labios lo indica.
En definitiva, un buen corto cuento efectista ajustado a la cita.
Un fuerte abrazo.
Hola Isabel. Con tan poco espacio, hay que mostrar lo que se quiere decir en pequeños detalles. La descripción de Isidro y ese relamerse los labios pretendían transmitir la idea de que en efecto, como tú indicas, no era un buen hombre, y Amalia debió percibirlo enseguida (además de la fama que le precedía, pues la chica conoce su nombre). Un abrazo.
EliminarUn micro en tono de leyenda que atrapa de inmediato. Hermoso e inquietante a la vez. Me ha gustado muchísimo, Jorge.
ResponderEliminarHola Marta. Me alegra haberte atrapado y que te haya gustado el micro. Un abrazo.
EliminarHola Jorge, el encuentro con un personaje como la muerte en un bosque da para mucho y tú nos lo cuentas muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo
Puri
Hola Puri, de esos bosques tenemos unos cuantos por aquí, mientras no nos os quemen. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge:
ResponderEliminarUn relato abiertamente ingenioso, como ratifica su final.
Un abrazo, compañero.
Hola Nino, me alegra que te haya gustado, Un abrazo.
EliminarLa vida disfrazada de muerte para engañarla. La muerte creyéndose vida para absorberla. Notable. Me gusta mucho la ubicación en tiempo y espacio. Parece una leyenda medieval. Un abrazo
ResponderEliminarHola Juana, ciertamente tiene un aire medieval, o cuanto menos antiguo. Un abrazo.
EliminarUna forma inteligente de esquivar ''los peligros'' de la noche, me ha gustado tu relato, es muy bueno
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Mujer de Negro. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. Genial micro. Al final al Isidro de turno le va a pillar o un infarto o la próxima vez que quiera relamerse con una jovencita se lo pensará. La ambientación es magistral. Se palpa esa tensión dentro de la escena rural. Y con ese giro consigues cambiar por completo el género de un micro que en un principio pensaba que iba a ser una leyenda para convertirse en una denuncia con moraleja.
ResponderEliminarMuy buen aporte.
Un abrazo!
Hola Pepe. En tan poco espacio es complicado ambientar un relato y perfilar la historia, asi que se hace lo que se puede. Muchas gracias por comentar. Un abrazo.
Eliminar¡Qué bueno, Jorge! Te aseguro que no he visto venir el giro final. Y es que lo que parece depende de la luz, o su ausencia, que lo refleja. Tú micro no solo ilustra la cita sino que la trama consigue que el lector comprenda que la realidad tiene muchas caras y depende de por qué lado le dé la luz. Un abrazo!
ResponderEliminarHola David, el giro final era complicado verlo venir jaja. gracias por comentar, un abrazo.
EliminarMuy buen micro, muy bien pensada la forma de escapar, con respecto a la muerte yo creo que no tiene listas, sino que uno ya tiene marcado el día y el hora, el mismo día del nacimiento, y ni siquiera el azar del destino puede modificarlo, saludos, PATRICIA F.
ResponderEliminarHola Patricia, por mi parte yo no creo en el destino, creo que es una combinación de lo que hacemos y el azar, pero cada uno tiene su punto de vista. Un abrazo.
EliminarMe ha encantado la astucia de Amalia, no solo engañó al pirado, también me engañó a mí, jaja, ya que al principio pensé que de verdad se había encontrado con la muerte.
ResponderEliminarBuen micro.
Un saludo.
Hola Cynthia. Por lo general trato de despistar con los finales, seguramente muchas veces no lo consigo. Me alegra que en este caso fuese así. Saludos.
Eliminar¡Qué bueno! Una niña con gran capacidad de improvisación e imaginación! Super creativo y tan bien ambientado como siempre. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola Maite. Me alegra que te hayas metido en la ambientación, es complicado con tan poco espacio. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. Un relato con muchos detalles en tan poco espacio. Habilidad. Me ha gustado la descripción de bosque de eucalipto quemado, las trazas de Isidro que lo delatan y especialmente el ingenio de la niña engañándole con la lista. Estupendo micro para disfrutar de su lectura otra vez. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Isan. En realidad lo de los eucaliptos es porque al ser árboles no autóctonos y muy específicos de Australia, allí donde se plantan no suelen anidar los pájaros pues ni las copas se adaptan, ni hay organismos en el subsuelo capaces de descomponer las hojas, de los que se alimentan las aves. Por aquí en Galicia por desgracia lo sabemos bien. Un abrazo.
EliminarEstupendo, Jorge. Siempre es un placer leerte. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Carmen. Muchas gracias por pasar. Un abrazo.
EliminarMe ha encantado, Jorge!!! No me esperaba ese final. Al aparecer la muerte parece un micro fantástico. Sin embargo, después. lo terminas de una forma cruda y real al mostrarnos que la muerte no es la muerte sino una máscara que astutamente utiliza la niña para protegerse. También me ha gustado mucho la forma en que has narrado la historia. Enhorabuena!! Un abrazo!!
ResponderEliminarHola Cristina. he intentado despistar un poco con la dirección que toma la trama. me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarMaravilloso relato, Jorge! Una vuelta insospechada y genial. La cita impresionante, da para pensar largo rato. Un abrazo
ResponderEliminarHola Mirna. me alegra que te haya gustado, gracias por pasar. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. Amalia fue lista en el camino de ida, esquivando al Pirado gracias a su intelecto (ese hombre relamiéndose ante la presencia de una niña no era de buen augurio). Espero con impaciencia una segunda parte con el como de vuelta.
ResponderEliminarUn muy buen trabajo. Felicidades.
Hola Bruno. Pues no se si habrá segunda parte, no me tientes jeje. Un abrazo.
EliminarUn relato con un final totalmente inesperado. A mí no me cabe la menor duda de que esta mujer sabe volver.
ResponderEliminarSAludos.
Hola Manuela. Yo ceo que sabe volver, pero... Saludos.
EliminarLa noche siempre ha sido sinónimo de peligro, pero nuestra astucia nos ayudará en el camino, aunque un poco de suerte nunca está de más. Buena lección para el pueblerino, para que no vaya acechando por la noche a las mozas! El relato es genial! Saludos!
ResponderEliminarHola Marifelita, a Isidro creo que no le han quedado ganas de mas correrías por un tiempo. Saludos.
EliminarHola, Jorge, sobrecogedor... Donde antes había vida ahora hay muerte, y así se nos muestra parte de nuestra querida Naturaleza, como en esos bosques de eucaliptos que fueron silenciados. La muerte también puede parecer bella, hasta que te habla.
ResponderEliminarBuenísimo, y muy acorde a la cita.
Felicidades.
Saludos.
Hola Mila. la muerte tiene muchas caras, pero siempre es estremecedora. Saludos.
EliminarAstuta Amalia, que me costo mucho entender de donde salia y tuve que releer......
ResponderEliminarHola Gustab. Pues me alegro haberte depistado un poco. Saludos.
EliminarPues esperemos que sus suerte no cambie. La dura vida de las mujeres en cualquier época de la historia...
ResponderEliminarEstremecedora tu descripción del lugar y de los hechos y perfectamente ejecutada. Nos has presentado una protagonista muy astuta y el giro final me ha encantado. ¡Fantástico micro! En todos los sentidos.
Gracias por tu certero apunte en el mío. Le he quitado unos cuantos plurales y el resultado ha quedado bastante mejorado. Un abrazo.
Hola MJ. Me alegra que te haya gustado el giro final, procuro despistar con eso, no siempre con acierto. Un abrazo.
EliminarQué bueno, Jorge, al final nada es lo que parece. Estupendo relato. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Lola, esfectivamente nada es lo que parece, como en la vida. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. En tu presentación del personaje siniestro, aunque no lo mencionaras, me pareció percibir ese olor húmedo del musgo enmohecido. La protagonista, por su parte, supo salir al paso del implacable asesino, para que luego tengan fama de tontas las rubias. Esperemos que a su vuelta tome otro sendero mientras el pirado, entre los eucaliptos, riéndose a carcajadas, siga creyendo que se ha burlado de La Parca.
ResponderEliminarUna buena historia de suspense concentrada en un micro. 🥂🖐🏼
Hola JM, si te has metido en la escena en un micro tan corto, se da por bueno el trabajo. Veremos que le depara la vuelta a Amalia. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge: Un texto cargado de misterios. Estamos conociendo a la muerte. Y a dos personajes que corren por la vida... Como todos...Temiéndola e ignorando su presencia.
ResponderEliminarMuy buen relato con final abierto.
Hola Beba. Cierto, todos tememos a la muerte aunque al final nos acabe visitando a todos. Saludos.
EliminarJorge un micro bien logrado de acuerdo a la cita, las descripciones de la noche y los sonidos del bosque, genial, le dan un toque de suspenso, y la valentía de Amalia es de admirar, lo que solo el amor puede lograr...
ResponderEliminarMuy buena participación. Que pases buen fin de semana.
Hola Harolina. Me alegra que al menos durante un rato la historia te haya mantenido en vilo. Saludos.
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