Apenas la savia nueva riega ya la red social. Solo quedamos algunos incombustibles, apurando nuestros últimos años en esta realidad finita. Tengo un mensaje privado de él.
Voy a su muro y veo que ha publicado las fotos de nuestro último viaje a Santorini. Todo muy normal, si no fuera porque… ¡hace dos años que Eduardo ha fallecido!
Todavía noto el corazón martilleándome las sienes cuando logro poner algo de cordura en mis pensamientos. Alguien ha hackeado su perfil, ¡tiene que ser eso! Más aliviada y fantaseando con la denuncia que pondré en comisaría, me dispongo a leer el chat.
Cariño, ¡no
sabes cuanto te he echado de menos! Nos vemos pronto, Cinderella.
Sólo él me llamaba Cinderella.
Siento como si el alma se me escapase. A decir verdad, esta mañana me he levantado con una extraña y etérea sensación de irrealidad. Escucho unos golpes fuertes en la puerta. Me incorporo al tiempo que alguien descorre el cerrojo. Lo que veo me angustia.
Mi hijo entra
a toda prisa, seguido de un policía y dos hombres de blanco. Trato de
impedirles el paso, pero me avasallan como si para ellos yo no importase.
—Ha llegado el momento — no puede ser, ¡esa voz..!
Me vuelvo
entre aterrada y esperanzada. Una luz cegadora invade la habitación. Y allí estoy
yo, tendida sobre la mesa. ¡Junto al ordenador encendido!
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Hola, Jorge, uuuffff y tanto que se sentía algo etérea. Muy bueno, Jorge. Además has hilvanado una historia ante las redes sociales pero sin juzgarlas, solo metiéndolas en la historia. Perfecto.
ResponderEliminarMil gracias por participar.
Un abrazo. 🤗
Hola Merche, la crítica social está muy bien, pero la verdad no me apetecía para este reto. me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
Eliminar¿Hasta post mortem vamos a seguir usándolas? ¡Qué miedo me has dado, Jorge! Encantada con tu historia en el reencuentro del nuevo año. Un abrazo
ResponderEliminarHola Juana. Las redes nos persiguen hasta en el más allá. Un abrazo.
EliminarHas montado una historia de las que dejan pensando. Muy buena tu participación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Chema, si te ha hecho pensar es que ha estado bien. Un abrazo.
EliminarPlacer Leerte
ResponderEliminargracias.
EliminarIntrigante situación con ese final aterrador , donde las redes sociales nos acompañaran hasta el final. Muy bueno tu micro relato .Un abrazo Pepe
ResponderEliminarPuri
Hola Puri, no nos libramos de ellas. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. Una historia escalofriante, sin duda. Muy buen micro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Carmen. De las que no dejan dormir por la noche jaja. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge.
ResponderEliminarOstras, ufff… qué miedo. Pero es cierto lo que muestras en tu relato, todo lo que forme parte de la red nos hace de algún modo eternos para el resto, no desaparecerá por mucho que nosotros ya no estemos en este mundo.
Muy bueno.
Un abrazo.
Hola Irene. Quedaremos para la posteridad en las redes, salvo cataclismo mundial. Un abrazo.
EliminarMuy buen relato. Gracias.
ResponderEliminarGracias Guille.
EliminarMe dejaste sin palabras, sorprendida, muy buen relato Jorge, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Gracias Patricia, no era mi intención perjudicarte el habla. Un abrazo.
EliminarTremendo, Jorge. Un micro muy impactante por ese giro final pero muy tierno y desamparado también por los sentimientos de la protagonista y su forma de agarrarse al amor perdido. Me ha encantado.
ResponderEliminarGracias Marta, en el más allá y el más acá parece que hay cosas muy parecidas. Un abrazo.
Eliminar¡Hola! que historia tan triste a la par que tétrica :o Muy buena conjugación de la irrealidad con la realidad virtual de las redes. Enhorabuena. :D
ResponderEliminarSaludos. AlmaLeonor_LP
Hola Alma, ambos mundos parece que han encontrado un punto de confluencia. Un abrazo.
EliminarHola Jorge, que historia tan triste, al principio creí que sería cosa de un error de la nube y Facebook, pero luego me llevé el gran chasco, la pobre hay se quedó, muerta ante sus recuerdos. Una relato fantásticamente hilado para dar visibilidad a las redes sociales y su realidad aplastante: hasta después de muertos nuestros perfiles siguen pululando por esos lugares. Un abrazo
ResponderEliminarHola Nuria. Cuantos habrá ya que se han ido y ahí siguen en las redes. Un abrazo.
EliminarHola Jorge, ¡vaya relato que nos has regalado! Me parece muy original y sobre todo perturbador, ese final descoloca completamente. Me gustó, me dejaste pensando... Saludos.
ResponderEliminarHola Ana, me alegro de haberte sorprendido con el final. Un abrazo.
EliminarTu historia da que pensar y mucho...Saludos!
ResponderEliminarGracias Lady_P.
EliminarTu pericia deslumbra. Resulta que has compuesto un microcuento gótico de algo tan prosaico como las redes y el navegar por lo inconsistente. ¡Y yo me pirro por ficciones de estas características!¡Ea!¡¡¡Y tengo pasión por los camposantos, Los Reales por supuesto!!! Descubro ante ti, mi chistera de siete reflejos reformables!!!!!!🎩
ResponderEliminarHola Juan. Los camposantos comienzan a ser también virtuales, y más que lo serán con el tiempo. Un abrazo.
Eliminar¡Hola Jorge! Me ha sorprendido mucho tu relato. No esperaba una historia de fantasmas ligada a las redes. Sería muy triste pasar a la otra vida y tener que seguir conectada a las redes. Siempre he pensado que si algo de nosotros queda aquí en forma de fantasma, intentaría leer todos los libros que no he podido disfrutar en vida.
ResponderEliminarEspero que nuestro destino como fantasmas no sea también pasarnos el día ante el móvil.
Un saludo.
Hola Rocío. Puede ser que la tecnología sea un puente capaz de conectar ambos mundos a través de algún tipo de canalización de energías, es una hipótesis interesante. Un abrazo.
EliminarEstá claro que lo que uno cuelga en la red se queda para siempre, aunque supuestamente se borre, pero lo de tu protagonista va más allá. Genial esta interacción en la ultratumba.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Paloma. Mientras dure nuestra civilización, o mientras alguien no decida borrar espacio en los servidores, ahí estaremos hasta después de muertos. Un abrazo.
EliminarPensé que iba a aparecer un San Pedro I. A. para darle la bienvenida al país de " más de lo mismo". Que es más o menos lo mismo.
ResponderEliminarAbrazooo
Hola Gabiliante. Vete a saber si el más allá es una simulación de la IA. Un abrazo.
Eliminar¡Qué maravilla de relato, Jorge! Original, surrealista, pero sobre todo, emotivo.
ResponderEliminarHas empezado con fuerza esta nueva temporada.
Un abrazo.
Hola Estrella. Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo.
EliminarEstupendo relato, muy original. Las redes hasta en la ciencia ficción tienen cabida. Un abrazo!
ResponderEliminarHola Maite. Ficción? y si te dijera que ha sucedido en realidad... jejeje. Un abrazo.
EliminarHola Jorge un relato que intriga hasta el final, los fantasmas tambien tienen derecho a usar las redes.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Hola Dakota, pues claro, habrá que montar una asociación de defensa de los fantasmas. Un abrazo.
EliminarHola Jorge, sin duda ya no le haría falta Facebook para comunicarse con su pareja. Muy bueno. Un saludo.
ResponderEliminarHola Ainhoa. A partir de ahora la comunicacion entre ambos será más fluida. Un abrazo.
EliminarMadre mía, Jorge. Un relato que te deja pensando, que invita a la relectura, que nada es lo que parece pero que en el fondo todo es justo lo que parece. Giro sobre giros hasta ese final que lo cambia todo. Muy bueno el juego y el desbarajuste de emociones. Un placer volverte a leer!
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola Pepe. Me gusta que las cosas no sean lo que parecen en lo que escribo, pero no siempre es fácil conseguirlo. Un abrazo.
Eliminar¡Hola, Jorge! Me ha atrapado totalmente tu historia es realmente inquietante, fantástico y muy original. No me esperaba ese final. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarHola Cristina. Me alegro haberte sorprendido. Un abrazo.
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