Edelmiro Espolón de Gallo se cuadró firme ante la puerta. Un sudor gélido le recorrió la espalda y comenzó a sentir escalofríos. «¡Pitas, pitas, piiiitas!», resonó un mantra en su cabeza.
De niño una turba de gallinas lo había arrollado cual horda de Hunos, con su madre corriendo detrás a voz en grito mientras intentaba meterlas en el corral, y desde aquel día cualquier situación nueva que tuviera que enfrentar lo encaraba otra vez con sus miedos. Cerró los ojos, tomó aire y respiró profundamente siete veces hasta conseguir alejar aquel pensamiento horrendo. El psicólogo había sido caro pero efectivo y Edelmiro no podía estarle más agradecido. Atravesó el umbral luciendo una sonrisa complaciente «¡Ya no podéis conmigo, malditos diablos emplumados!»
—Un currículum inmejorable. Por supuesto, lo formaremos para el empleo —decía el hombre trajeado—
Debido a la estricta confidencialidad que exigimos no puedo desvelarle en que
consiste hasta que haya firmado. Nuestra Empresa ingresará al mercado nacional
con un producto de calidad exquisita y cualquier filtración pondría en peligro
una cuidadosa campaña de marketing —añadió mientras le tendía el contrato.
A Edelmiro le
temblaba el brazo al estampar su rúbrica, pero por aquel sueldo astronómico
hubiera firmado cualquier cosa. «¡Pitas, pitas, piiiitas!» de nuevo aquella voz
hosca, ¿tal vez una advertencia?
—Además, con
ese nombre suyo ¡el éxito está asegurado!
Sintió como su
corazón se aceleraba, «¡Pitas, pitas, piiiitas!». El entrevistador se incorporó
sonriente, tendiéndole la mano.
—Bienvenido a
la Compañía ¡El puesto de sexador de pollos es suyo!
NOTA: Según se indica en
las bases de la convocatoria, se debe hacer alusión a una fobia determinada
contenida en el diccionario de fobias.net. La fobia descrita en este micro es
la Alektrofobia, o miedo a las gallinas.
Con la cantidad de empleos que hay, tuvo que ir a caerle ese. Parece que con ese nombre estaba oondenado a estar relacionado con las gallinas de por vida. De todas formas, el que algo quiera algo le cuesta.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
Pues si, el nombre ya lo predestinaba jaja. Gracias por comentar Chema. Un abrazo.
EliminarTambién es mala suerte ir a dar con un trabajo relacionado con su fobia jaja y encima con sueldazo!!
ResponderEliminarGenial micro, Jorge.
Saludos.
No se si el sueldazo le compensará el sufrimiento, habrá que ver. gracias por comentar Marina. Un saludo.
EliminarVaya, el pobre lo tenía todo, junto al nombre, y una fobia con una especie de sentido aragnido incluido. Muy bueno, la que le espera al pobre, aunque todos tengamos un precio, creo que ese sueldazo no será suficiente.
ResponderEliminarMuy buen micro, Jorge, me encantó
Un abrazo!
Hola Pepe, es cierto el pobre estaba condenado a tener que reencontrarse con las gallinas antes o después. Un abrazo!
EliminarLa ironías del destino muy bien relatadas en tu micro, Jorge.
ResponderEliminarMuy bueno
Abrazo
Nunca se sabe lo que nos depara el destino, Mirna. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. Creo que te he leído pocos micros relatos, y este, desde luego, es un micro rotundo y demoledor en cuanto a las fobias.
ResponderEliminarEl pitas pitas funciona como un detonador, y como todo micro que se precie, con un final sorprendente.
¡Poderoso caballero don dinero!
Un abrazo, Jorge.
Hola Isabel, siempre puedes pasarte por la sección de micros del blog jeje. me alegra que el final te sorprendiera. Gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarSupongo yo que en el caso de la amnesia que produce un golpe en la cabeza se cura con otro golpe igual.
ResponderEliminarEntonces una fuerte y traumatica experiencia con gallinas que produce la fobia, otra igual como sexar los pollitos debe ser la cura milagrosa.
Buen relato, muy divertido
Lo de sexar pollos o lo cura o lo mata, está claro. Gracias por comentar Jose.
EliminarSé lo que es comprar migas de pan y que vengan todas a por ti... Tenía que esconder la bolsa. Las gallinas me caen mal, no me dan miedo, pero no me gustan. Ellas por su lado y yo por el mío. Muy buen relato. Un abrazo.
ResponderEliminarPeores son las gaviotas para eso, te lo dice alguien que vive junto al mar. Un abrazo RR.
EliminarMuy bueno y con su toque de humor...me ha encantado. ¡¡Saludos!!
ResponderEliminarGracias Ana, me alegra que te gustara. Un saludo.
EliminarGenial, Jorge. El nombre del protagonista, la profesión, la fobia, el tono del micro... Muy, muy bueno. Felicidades,
ResponderEliminarGracias Marta, espero que todas las piezas hayan encajado bien. Un abrazo.
Eliminar¡Hola, Jorge! Como dijo aquel torero: "lo que no puede ser no puede ser y además es imposible". Y el pobre Edelmiro parece que su vida es una eterna lucha contra esa fobia. Tengo escuchado que ese puesto se paga realmente bien así que mejor haga de tripas corazón, ja, ja, ja... Muy divertida tu propuesta para el reto, con ese "pitas, pitas" bien usado en su reiteración. Un abrazo!
ResponderEliminarHola David, el trabajo de sexador esta muy bien pagado como comentas, claro que no es apto para gente con escrúpulos. Me alegra que te gustase. Un abrazo.
EliminarHay que estar bien de malas... tremendo empleo y solo exige hacer... lo que no puede hacer. Que mala pata.. excelente micro. Saludos
ResponderEliminarHola Octavio, efectivamente no ha tenido muy buena suerte nuestro Edelmiro. Un saludo.
EliminarHay que ver qué nombrecitos se gastan estas fobias. Y menuda mala pata. Anda que con ese nombrecito... estaba predestinado. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarHola MJ. Debía estar predestinado, si. No se en que pensaban sus padres al casarse. Un saludo.
EliminarHola Jorge, me ha encantado el nombre del personaje , un poco en la línea de Valle-Inclán, además le viene de maravilla al relato tan divertido que has escrito. El final sirve de climax al tono tan divertido y le queda muy bien a la historia. Un saludo.
ResponderEliminarHola Pedro, parece que el nombre del personaje ha gustado en general. Muchas gracias por comentar. Un saludo.
EliminarJa, ja, ja. ¡Vaya mala suerte la de nuestro protagonista! Aunque, con ese apellido suyo, el desastre estaba más que asegurado.
ResponderEliminarEnhorabuena, Jorge. Ha sido un relayde lo más divertido. Y como siempre, muy bien llevado.
Un abrazo enorme.
Pobre hombre Bruno, la jugarreta que le deparó el destino. Un abrazo.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarPobre hombre como fue a dar a ese trabajo, y bueno creo que la necesidad, no tenía de otra. Pero lo más divertido es la forma en que reaccionó con ese ¡pitas! Que además le aseguró el puesto en la compañía. Desconocía esta fobia, otro descubrimiento.
Saludo
Hola Yessy, el pitas pitas! se le quedó grabado a fuego en la mente. Saludos!
EliminarPobre hombre, con ese nombre seguro que puede dominar su fobia.
ResponderEliminarDivertido micro. Un saludo.
Hola Angel, esperemos que el nombre le ayude. Un saludo.
EliminarHola Jorge, el tipo está predestinado por su nombre, de verdad que imaginaba que el destino iría a por él, lo que no suponía era ese desenlace tragicómico, que me arrancó una inevitable sonrisa, muy buen micro Jorge, especialmente bien escrito, me ha encantado leerte. Saludos un abrazo¡¡
ResponderEliminarHola Mik, a quien no le habrá arrancado una sonrisa el final será al pobre Edelmiro. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.
EliminarTener fobia a las gallinas y tocarle un trabajo bien renumerado. Divertida tu fobia. Un abrazo
ResponderEliminarUna cosa por la otra Mamen. Un abrazo!
EliminarPues le deseo toda la suerte a Edelmiro porque la va a necesitar. Desde pequeño ya hasta el nombre le estuvo puteando. En fin, cosas del destino. Tu relato y la fobia me ha recordado que yo tengo otra parecida (soy una caja de fobias, quizás debería hacérmelo mirar), porque a mí me pasa algo parecido pero con las ovejas y los cerdos. Creo que es cosa de que soy demasiado urbanita. El caso es que nunca me presentaría para un trabajo de esquilar, por poner un ejemplo; me falta espíritu de superación.
ResponderEliminarGenial micro, Jorge.
Un abrazo.
Hola Paloma. Pues no se yo si tu fobia será aún peor que la de Edelmiro. Al menos no te apellidas Cordero de York o algo parecido. Gracias por comentar, un abrazo.
EliminarOh...Oh... creo que se quedó sin trabajo... A no ser que decida enfrentarse a su fobia y esté todo el día diciendo «¡Pitas, pitas, piiiitas!». Un abrazo 🐾
ResponderEliminarQuien sabe, tal vez esto le ayude a superarlo. Un abrazo Rosa.
EliminarHola, Jorge. Esto es lo que se llama predestinación. debería haberlo tenido en cuenta con el apellido y con el trauma de la infancia. Ante eso no valen terapias. Tanta confidencialidad se veía venir pero, en fin, sexador de pollos es una profesión como otra cualquiera, todo es cuestión de cogerle el punto. La llamada recurrente de pitas, pitas que retumba en su cabeza es un detalle muy bueno.
ResponderEliminarUna aclaración. Dices "hacer alusión a una fobia determinada contenida en el diccionario de fobias.net." pero creo recordar que se podía escribir sobre alguna inventada. Lo digo en mi descargo porque es lo que he hecho.
Un abrazo.
Hola Isan. Está claro que se trata de un trauma mal curado. Efectivamente segun las bases la fobia puede figurar en el diccionario o inventarla. gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. Buen oficio y mejores credenciales para meterles el dedo en el culo a esos odiados seres emplumados. Aunque Edelmiro para dormir, en vez de ovejas, tenga que contar pollos sexados ����
ResponderEliminarVisto así, es un trabajo que debe agotar mucho animicamente, aunque seguro que se pasa con la nomina a final de mes. Gracias por comentar JM.
EliminarJorge me ha gustado leer tu micro, la manera de adentrarte en la fobia, dejando esa intriga casi hasta el final, y fijate que ni sabia lo que era un sexador de pollos (perdonen mi ignorancia), lo busqué y hasta me quedó aclarado lo que hacían con los pollitos en la película "Minari" que reseñó Miguel.
ResponderEliminarBueno, creo que al prota quizás no le vaya tan mal, después de todo aun no son gallinas, si no minúsculos pollitos, ja, ja
Muy bueno el micro. Saludos desde el caribe.
Hola Harolina. Esperemos que el hecho de que sean pollitos lo sabes. Nunca te acostarás sin saber una cosa más. Gracias por comentar, saludos.
EliminarCobarde gallina capitán de las sardinas...
ResponderEliminarLo va a llevar crudo este futuro sexador de pollos con su nuevo oficio. Je,je.
U abrazo.
Hola Francisco, no le queda nada al pobre. Un abrazo.
EliminarYa es tener mala pata, con esa fobia resulta que su puesto de trabajo es de sexador de pollos, aunque al ser pollitos mientras no crezcan no tendrá problema.
ResponderEliminarBien contada la historia de Edelmiro.
Un abrazo Jorge
Puri
Hola Puri, vamos a ver como le resulta el que sean pollos pequeños. Gracias por comentar, un abrazo.
EliminarHola Jorge , buenos días... Lo primero darte las gracias por pasar por mi blog
ResponderEliminary comentar , te digo que de esto hablaron ayer por la tarde , que uno de los pocos trabajos que la gente
no quiere trabajar , es en esa fobia , y según dicen tienen un sueldo de unos 55.000 euros anuales, al mes unos 4.500 según Internet , así yo también me hago sopladora de pollos , ya que tienes que soplar para saber que sexo tienen según dijeron ayer en el programa de 4 al día.
Te contare un pequeño secreto que no sabe nadie , pero yo les tengo miedo a los pavos , ya que de pequeña en casa de mi tía , me arrincono uno de ellos , y el joio , era más grande y alto que yo , solo tenía unos 10 años , este se hincho y empezó "Glub, glub, glub," eso me traumatizo , y ahora tengo 46 años , y no he vuelto a ver ninguno , me a gustado mucho tu relato , con tú permiso me quedo de seguidora tuya por que veo , que tienes muchas cosas interesantes para leer y ver , soy la del árbolito lleno de flores.
¡¡Otra cosita más!! veo que la columna de la derecha tienes varias secciones , y van por este orden "Categorías" suspense , amor , terror , drama, etc ¿Todos esos son relatos y se pueden leer? gracias por todo te deseo una feliz mañana saludos de flor.
Hola Flor. Efectivamente el trabajo está muy bien pagado y hay poca gente especialista en ello. Por supuesto que se pueden leer todos los relatos, para eso los escribimos, para que los leáis. Será un placer contar con tu lectura. Gracias por comentar. Saludos.
EliminarHola, Jorge. El nombre del prota, ya de por sí da para un empleo acorde, ja,ja. Curioso, que a veces lo que nos sucede en la infancia con gran impacto negativo, nos persigue en la transcurso de la vida. Esperemos que el mantra que le resuene en la cabeza le sirva para realizar la faena. El dinero también ayuda.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Gracias, por este momento.
Saludos, y feliz semana.
Hola Mila. Muchos de nuestros traumas provienen de la infancia. Muchas gracias por comentar. Saludos.
EliminarEspero que el tratamiento sea efectivo, porque sexar pollos teniendo fobia a las gallinas se me antoja algo tremendo.
ResponderEliminarGenial tu relato.
Un beso.
Hola Rosa. El pobre Edelmiro no lo va a pasar muy bien. Gracias por comentar. Abrazos.
EliminarSi hasta cierta manera empiezo a entender la manía que le tenía a Piolín el pobre Silvestre. Sin duda debió ser por algún trauma de la tierna infancia. Qué destino más cruel.
ResponderEliminarMe ha gustado el relato. Un abrazo.
Hola Carles. Seguramente Silvestre era otro traumatizado jaja. Gracias por comentar. Un abrazo.
Eliminar¡Je, je! Me temía ese final. Lo de Alektrofobia creí que te lo habías inventado porque no lo había oído nunca. Lo de «¡Pitas, pitas, piiiitas!» me ha llevado a mi abuela que lo decía tal cual para llamar a sus gallinas de corral.
ResponderEliminarA uno que presume de un nombre tan pomposo: Edelmiro Espolón de Gallo, que tenga esa fobia, es para decirle: "dime de lo que presumes y te diré de lo que careces"
Un micro ingenioso y muy divertido a pesar de los sudores fríos del protagonista.
Un abrazo, Jorge.
Hola Pilar, mi abuela también decía lo de pitas pitas al correr detras de las gallinas.gracias por pasarte. Un abrazo.
Eliminar¡Hola! Me ha gustado mucho tu relato. Tiene un montón de detalles que le aportan personalidad (al protagonista y al relato), como el nombre del personaje o ese «¡Pitas, pitas, piiiitas!» que resuena constantemente. Dice que superó su fobia yendo al psicólogo... pues vamos a ver si es verdad con esa prueba de fuego en su nuevo empleo je, je, je.
ResponderEliminarUn saludo :)
Hola M.A. Si supera esto ya superará todo en la vida. Un saludo.
EliminarBeautiful blog
ResponderEliminarThanks.
EliminarPlease read my post
ResponderEliminar¡Hola! me ha gustado mucho el relato, con ese toque de humor que lo impregna. Jejeje, no sé si el sueldo compensará. La verdad que a mí las gallinas no me gustan nada, en general los bicho de plumas. Desde que vi la película "los pájaros " de Hitchcock, no son mis favoritos.
ResponderEliminarSaludos
Hola Jose. Bien pensado no estaría mal hacer una secuela de Los Pájaros, pero con gallinas de protagonistas. Un saludo.
EliminarCualquier cosa por un trabajo!! Muy buen relato y muy original esta fobia.
ResponderEliminarGracias Merce! Me alegra que te haya gustado.
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