Relato presentado a concurso en la comunidad "Escribiendo que es Gerundio". Normas: Máximo 350 palabras. Debe estar inspirada en la fotografía que acompaña la entrada.
Parecía un mundo irreal, un lugar
de ensueño techado de luces multicolores. Ella no se acostumbraba al ruido de los
coches cuando rodaban sobre el asfalto. Se lo habían contado, pero la
imaginación no era más que un triste sucedáneo de la realidad.
Respiró el aire frío y volvió a
maravillarse con los árboles que se enfilaban al borde de las aceras, mostrando sus
ramas retorcidas recorridas por bombillas intermitentes. Nunca había visto un
árbol, tampoco tanta gente caminando junta. Semejaba que tuvieran prisa. Entraban
y salían de los comercios portando bolsas abarrotadas, compraban y volvían a
comprar, pues todo allí tenía un precio, todo estaba a la distancia de un pase
de tarjeta de crédito.
Sueña cuanto quieras, si puedes
pagarlo podrás tenerlo.
Ella sólo tenía su extraño brazalete.
Altea sabía que no todo era así. Existían
otros submundos, realidades plagadas de miseria semejantes a donde venía.
Tierras de guerra, de desesperanza, en ellas la vida no valía nada. Sin embargo
aquellas gentes parecían ignorarlo. No sabían que pronto padecerían los
mismos sufrimientos.
Tanto había soñado con ese mundo y ahora Altea estaba allí. Sintió la tentación de olvidarlo todo y
dejarse llevar, de renunciar a la Misión. Pero tenía un deber que cumplir.
Otros tres lo habían intentado antes, quizás la suya fuese la última
oportunidad. Los recursos eran limitados y probablemente nadie podría viajar de
nuevo. Cerró los ojos y recitó para sí otra vez el mensaje.
Habitantes del siglo XXI: Consumís sin medida, jugáis a juegos de guerra
en vuestro trastero, despreciáis a la Madre que os da cobijo. Pronto llegará el
Holocausto, apenas faltan unas cuantas décadas. Yo vengo a advertiros. Esto es lo que os debo transmitir.
Pocos días duró su cometido. Era
portadora de noticias desestabilizadoras, dijeron. Altea no volvió a ver las
luces multicolores. Su horizonte se redujo a las cuatro paredes de una
habitación acolchada, sus ropas a una camisa de fuerza.
Mientras tanto, unos pocos ingenieros
se esforzaban en desentrañar los secretos del sofisticado brazalete que Altea
portaba. Encerrados en los sótanos de un oscuro laboratorio militar.
Me ha encantado este micro,¡FEliz Navidad! Un abrazo
ResponderEliminarGracias Mari Carmen. Feliz Navidad para ti también!
EliminarOjalá tuviéramos una Altea que nos previniera de los peligros para el planeta de este consumo desmedido.
ResponderEliminar¿Sabes que me ha gustado mucho? Al principio pensé que se trataba de una refugiada asombrada por nuestras navidades tan deshumanizadas. Es un micro muy original. Enhorabuena y que tengas unas felices y sostenibles navidades. Suerte con el concurso
La idea era esa precisamente Ana, al principio parece la descripción de un refugiado. La verdad es que no sé si se entiende muy bien, en la primera versión contenía referencias más explícitas incluyendo la palabra "futuro" en el mensaje, pero luego pensé que echando mano de la máxima "no cuentes, muestra" era mejor dejar la idea subyaciendo de manera más velada y que fuerais vosotros los que sacarais vuestras propias conclusiones. Gracias por tu visita Ana y felices fiestas!
EliminarHola Jorge, una enviada de las estrellas por Navidad con toda la sapiencia de lo que va a ocurrir, esta no viene en camello, ni trae mirra ni oro, triste carbón de desesperanza, sí eso es lo que trae ¿que no lo ves? está claro. Es un relato inspirador y las luces pasan desapercibidas. Un abrazo felices... bueno lo dejo para el año nuevo.
ResponderEliminarPues mucho parece que no vemos, no, ojalá esto no vaya más allá de lo que es, un simple cuento. Gracias por pasar Eme y Feliz Navidad y Año Nuevo.
EliminarComo los peces en el río seguimos pecando de consumismo desenfrenado y absoluto desprecio por la tierra que pisamos, Jorge, muy bien descrito, lástima que a las Alteas acabemos encerrándolas en un sanatorio mental, es lógico, no obstante, siendo como es la única cuerda, y en los laboratorios militares ya se sabe lo que sucede, el principal interés es descubrir algo todavía más mortífero para utilizar contra el enemigo. En resumen, que nosotros nos comeremos nuestro guiso letal. Una pena que no nos afecte solo a la humanidad y nos carguemos el resto del planeta al mismo tiempo... Un abrazo, Jorge.
ResponderEliminarpero mira como beben... jeje bromas aparte, la verdad es que es descorazonador comprobar la lógica sin sentido en la que nos vemos envueltos, tanto en nuestro afán consumista como en ese terrorífico apunte bélico que se deja caer al final del cuento. Gracias por pasar Eva, un abrazo y feliz año.
Eliminar... y lo más triste es que a la humanidad no le hace falta Altea aguna para saber cual será su triste destino,... y lo más triste es que no hacemos nada. Estupendo relato!
ResponderEliminarNo son buenos tiempos para la esperanza, Norte. Gracias por pasar. Un saludo.
EliminarComo siempre, Jorge, eres capaz de mostrar un mundo en 350 palabras. Un maestro para llevarnos hasta el desenlace sin mostrar pistas en el camino. Ese costado del suspense se hace nítido en tus relatos, y es una especie de sello en el que te reconocemos quienes te leemos hace ya un tiempo. Y eso es bueno, porque marca lo genuino de tu forma de contar, y lo original de tu estilo. Mucha suerte en el concurso. Un abrazo, mis mejores deseos para este fin de año y que tengas un maravilloso 2018!!
ResponderEliminarAriel
La verdad Ariel es que estos relatos limitados a tan poco espacio se me quedan cortos, no resulta fácil encajar todo lo que quiero decir en tan pocas palabras. Lo que comentas de las pistas, siempre deben de estar ahí, pocas cosas hay peores en un cuento que sacarse un final de la manga sin que la trama anterior apuntase ahí, sin que todo sea coherente con ese final. Eso sí, la idea es que quien lo lee no caiga en ello hasta el final. Siempre procuro que haya cierto suspense en lo que escribo, creo que es la forma de mantener al lector interesado, obviamente esa característica varía mucho según el género y este no creo que sea especialmente un relato de suspense, aunque si se nota ese efecto desde luego me siento halagado. Muchas gracias por tu visita y tu generoso comentario, te deseo también una estupenda entrada de año. Un abrazo.
EliminarToque de atención. Lo triste es que si alguien aparece con ese mensaje posiblemente acabe en ese psiquiatrico...
ResponderEliminarMe ha gustado y entristecido a partes iguales.
Un abrazo.
Lo peor que puede pasarle a un cuento es que deje al lector indiferente. Aún si te ha entristecido es bueno, pues transmite sensaciones. Gracias por tu visita David, un abrazo.
EliminarHola Jorge
ResponderEliminarYa tenía ganas de leerte por aquí. Me gustan mucho tus relatos largos, pero vamos, con los cortos disfruto igualmente. Porque en todos, se nota el esmero y cuidado que pones. Me ha resultado curioso, por ejemplo, que hables de "otros tres mensajeros precedentes" No se si estabas pensando en las tres grandes religiones monoteístas o en algo más... Recordé haber leído algo sobre los tres mesías y fui a comprobarlo. Me llamó la atención el que, las profecías de los manuscritos esenios de Qumrán, hablaban de "los tres mesías y el Mesías Celeste"... Será casualidad o ¿has buscado intencionadamente esa referencia? En cualquier caso, la historia se repite y, cuando alguien (venga del futuro, de otro planeta o del país vecino) quiere avisarnos de las nefastas consecuencias de algunas prácticas demasiado habituales, pues... Es que está loco. Yo, por mi parte, me voy a poner hasta el c... de polvorones de almendra... No puedo evitarlo, es mi debilidad. ¡Hasta que reviente!
Mucha suerte compañero. Un abrazo y felices fiestas
Como le comentaba al compañero Ariel, estos relatos tan limitados se me hacen pequeños, siempre me parece que les falta algo. También como te comenté en alguna ocasión, me parece que a veces esperas demasiado de mis cuentitos jeje, lo de los tres mensajeros no tiene nada que ver con los manuscritos del Mar Muerto, aunque ese tema daría para una novela interesante.
EliminarA mi me va más el turrón de chocolate, así que nos lo repartimos y cada uno que se coma su parte. Gracias por tu visita Isidoro, feliz año! un abrazo.
Muy buen relato Jorge aunque me he quedado con una sensación un poco triste, no aprendemos nada de nada y seguimos destruyendo nuestro planeta. ¿Quiénes son los locos?
ResponderEliminarSuerte compañero en el concurso y muy felices fiestas
La humanidad en su conjunto está bastante loca, es cierto Conxita. Felices fiestas para ti también y gracias por la visita.
EliminarGracias, Jorge, por participar con este relato en EL TINTERO DE ORO. Un abrazo y suerte!!! que bien te queda el tintero de plata, por cierto.
ResponderEliminarAprovecho para desearte un muy feliz 2018.
¿has visto que chulo con ese tono plateado? aunque sigo pensando que algo más dorado pegaría mejor con el estilo del blog jeje. Feliz año David, y gracias a ti por tu iniciativa del Tintero de Oro. Un abrazo.
EliminarEs muy conmovedor triste pero nos alerta,
ResponderEliminarme gusto y me conmovió
Muchas gracias, un saludo!
EliminarHas hecho triplete Jorge, y mira que no es fácil en un corto. Te las has ingeniado para en un entorno navideño de derroche y comprar compulsivas, contar sobre una emigración (pues aunque venga de otros mundos exteriores es migrar) y el CIFI, con el plus de la intriga, el misterio, y el doble engaño final. Bien escrito de inicio a final.
ResponderEliminarNo se puede pedir más.
Feliz 2018 Jorge, que el año que viene las musas te otorguen una pluma (en el mejor de los sentidos ¿eh?), tan imaginativa como la de este año pasado, y que escribas muchos y buenos relatos, y nosotros, tus compañeros, que los disfrutemos.
12 bicos.
Había concebido este relato como la visita de un viajero del futuro y como le comentaba a Ana al principio se incluía esta palabra en el mensaje de la chica. Sin embargo preferí dejarlo más a vuestra interpretación y veo que tanto se ha entendido como visitante del futuro o como visitante extraterrestre. Bueno, mejor así con un final más abierto, vuestras diferentes visiones siempre son positivas.
EliminarNo haré yo muchas interpretaciones con lo de la pluma jaja. Feliz año Isabel, no te doy 12 bicos sino 13, que es un número más bonito :)
que los años que vengan te traigan lo que les pides
ResponderEliminarun abrazo desde Miami
Gracias Recomenzar, abrazos.
EliminarEs como matar al mensajero. La verdad siempre duele o no se quiere escuchar. La locura es propia de quienes no piensan como la mayoría. Ese mensaje de Altea era realmente perturbador, por lo que debían neutralizarla de un modo u otro.
ResponderEliminarUn relato inquietante sobre un mundo, como el nuestro, que cada vez es más antinatural.
Un abrazo y que tengas suerte en el concurso.
Hay cosas que no está bien visto desde arriba difundir es nuestras sociedades, es cierto. Gracias por tu visita y comentario Josep. Un abrazo.
EliminarInquietante y muy original. Una realidad que nos negamos a enfrentar... Mucha suerte en el concurso, Jorge.
ResponderEliminarGracias Marta por tu visita y comentario. feliz año!
Eliminar
ResponderEliminarHola,
Un relato inquietante, y bueno para reflexionar especialmente para esta época del año. Es terrible al caer en las trampas del “hiperconsumismo”.
Altea me recuerda a la banshee, la hada irlandesa de la muerte.
!Mucha suerte en el concurso! Que disfrutes la llegada del nuevo año!
Por ese camino del hiperconsumismo vamos Yessy. Gracias por comentar, feliz año para ti también.
EliminarHola Jorge, tu micro lo deja a uno un poco desamparado. Nadie quiere escuchar ese mensaje, no es conveniente, es hasta "políticamente incorrecto". Hay que acallar a los que intentan que se tome conciencia. Tu cuento contiene un mensaje muy profundo. Me gusta mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarEn esta nuestra sociedad se intentan acallar muchas voces, es cierto Mirta. Un abrazo y gracias por tu comentario.
Eliminar¡Jiege, vaya forma de amargarnos las fiestas de Navidad! Je, je, je. Aunque sería bueno que Altea, o alguno de sus compañeros, nos recordarán de vez en cuando lo superficial de nuestro vida consumista.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz entrada de año.
Menudo susto Bruno si Altea se presentase un día por aquí como si tal cosa. Aunque quizás lo haya hecho y esté recluida en algún rincón oscuro. Un abrazo amigo Bruno, y feliz año para ti también!
EliminarBuen relato, Jorge. Bien escrito y un tanto espeluznante por la posibilidad de que sea real.
ResponderEliminarSuerte en el concurso
¿A que pone los pelos de punta? jaja gracias Sara, suerte a ti también.
EliminarEn 350 palabras contaste estupendamente la situación de nuestro planeta y a lo que hemos llegado sus habitantes: la compra compulsiva, el consumismo y la indiferencia hacia el mundo que nos cobija.
ResponderEliminarTe deseo un hermoso 2018, lleno de otras historias, tan bien hilvanadas como ésta.
Un abrazo, Jorge.
Gracias Mirella, te deseo igualmente un feliz 2018. Espero que tu reaparición por aquí signifique que tu hermana va mejor. Un abrazo.
EliminarMe gustó la primera vez que lo leí para el reto "Escribiendo que es Gerundio" y me ha gustado ésta. ¿Por qué será?
ResponderEliminarMis mejores deseos para estas fechas y para siempre.
Un abrazo
Gracias Ana, compartimos concurso en escribiendo que es gerundio, cierto. Abrazos.
EliminarEl nombre de la protagonista Altea, ya es original. Viene del pasado para prevenir a los habitantes del Siglo XXI, pero entre tantos mensajes de diversas religiones, culturas (Mayas), los que vivimos en la Tierra, no somos conscientes del peligro. Ella, para algunos como decía Torcuato Luca de Tena "es un renglón torcido de Dios".
ResponderEliminarBuen final, a este micro de excepción. Un abrazo literario.
Y tan torcida que salió la chica. Gracias por tu visita y feliz año, un abrazo.
EliminarErrata:
ResponderEliminarQuise decir "Viene del futuro"...Disculpa
jeje me extrañó cuando lo leí, pensé: pues si que he hilado poco fino con el micro... menos mal que lo aclaras :)
EliminarComo siempre dejo todo para el final, y ayer una supermaratón de lectura. Incluidas algunos comentarios dónde no eran, entre mis despistes, y tantas ventanas abiertas, ja ja, un caos.
EliminarPor desgracia, Jorge, los visionarios, los diferentes, suelen padecer la etiqueta de locos. Lo has reflejado muy bien en pocas palabras. ¡Mucha suerte!
ResponderEliminarEs muy cierto Pilar. Gracias por tu visita y feliz año.
EliminarHola Jorge, acabo de aterrizar en tu blog gracias a El Tintero de Oro. Me ha gustado mucho tu relato, a los que avisan los suelen tratar por locos hoy y hace dos mil años, sin duda un buen simil para la Navidad.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Bienvenida Beita, gran iniciativa la del Tintero. Gracias por tu visita y suerte a ti también.
EliminarMuy interesante relato Jorge, recordarnos como hace Altea lo que tenemos entre manos en estos días es algo que siempre hace falta.No todos lo pasan bien como rezan por todos lados, es una letanía que inunda las calles estos días.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte en el concurso.
Puri
Por desgracia una gran parte de la humanidad no lo pasa bien, como bien apuntas Puri, y ocurre delante de nuestras narices. Gracias por tu comentario, un abrazo.
EliminarInteresante relato, es muy complicado ir en contra de la opinión mayoritaria a pesar de decir verdades como puños. Refleja, desgraciadamente, muy bien la realidad.
ResponderEliminarHe disfrutado leyéndote gracias al Tintero de oro, espero volver por aquí.
Felices fiestas.
Serás bienvenida siempre que puedas Mer Mer, el Tintero está haciendo una gran labor al ponernos a todos en contacto. Gracias por pasar y felices fiestas para ti también.
EliminarUn relato estupendo, Jorge, cargado de significado. Haríamos muy bien en tomar nota de las advertencias de Altea, pero forma parte de nuestra soberbia natural apartar todo aquello que resulta incómodo para centrarnos en lo que podemos ganar, descubrir, adelantar... Muy bueno :)
ResponderEliminarUn abrazo y feliz entrada de Año Nuevo.
Es cierto Julia, hay ciertas cosas que nos resulta incómodo escuchar y preferimos cerrar los ojos. Gracias por comentar y feliz año!
EliminarHola, Jorge.
ResponderEliminarGracias por este nuevo regalo en forma de relato con alta calidad literaria. Dejas a nuestra interpretación el origen de la enviada Altea que, como no podría ser de otra manera, choca con el orden establecido, y la naturaleza de su tecnológicamente avanzada pulsera, pero la esencia de lo que quieres transmitir queda tan claro como oscuro es el panorama que se presenta. Te felicito por todo ello.
Te deseo mucha suerte en el concurso y un muy feliz año 2017.
Un abrazo.
Como apunté en un comentario anterior, en la primera versión del relato se mencionaba la palabra futuro en alusión a la procedencia de Altea, pero preferí dejarlo al final a la interpretación de los lectores, a veces no es bueno ser tan explícito. Gracias por tu comentario Patxi y que tengas un estupendo 2018. Un abrazo.
EliminarUna ficción no muy desencaminada de las realidad. la estupidez humana no tiene parangón, matamos al mensajero sin saber el mensaje que porta y después jugamos con bombas dentro de casa. somos como niños inconscientes que se trabajan su propio fin.
ResponderEliminarYa sabrás que en la comunidad has conseguido un honorable segundo puesto. Te deseo suerte para este concurso.
Un abrazo.
Somos como niños, yo no lo habría dicho mejor. El fallo del concurso me pilló de viaje y me enteré del resultado por este comentario, es un honor haber logrado esa segunda posición. Gracias por tu comentario Francisco, un abrazo.
EliminarUy!! Muy bueno Jorge, con su toque de misterio, navidad y todo el poder de ciencia ficción... Y ese mensaje que debería retumbarnos en los oídos... (me hizo recordar la película de 12 monos) Muy bueno me encantó!!
ResponderEliminarSuerte en el concurso y un 2018 lleno de alegría!
Abrazo!!
Tres en uno Diana jaja. Te deseo también que tengas un 2018 estupendo. Muchas gracias por tu visita y comentario. Un abrazo.
EliminarMuy buen relato, alarmante para esta sociedad consumista y loca que considera locos a los cuerdos. Saludos
ResponderEliminarSomos un poco quijotes, es cierto María. Gracias por comentar, un saludo.
EliminarBreve e intenso. Me encantan los relatos futuristas. Felicidades.
ResponderEliminarGracias Rocío, feliz año. Un saludo.
EliminarInteresante relato, Jorge.
ResponderEliminarQué pena que solo tuvieras 350 palabras porque da para mucho más. Si lo alargas avisa, por favor.
Suerte en el concurso.
Un abrazo.
Estos límites tan cortos siempre me dejan con la idea a medias, no había pensado en alargarlo pero la sugerencia no es mala Jean. Gracias por tu visita, un abrazo.
EliminarHola Jorge, te leí y creía que te había comentado, pero veo que no, me despistaría con el jaleo de estos días. Original e irreal a partes iguales, y muy bien contado.
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte en el concurso, compañero.
Un beso y feliz fin de fiestas.
jaja somos tantos que muchas veces ya no se sabe donde se ha comentado y donde no. Gracias Chelo, feliz año. Besos.
EliminarMe gustó mucho tu relato en "Escribiendo que es gerundio" y me vuelve a gustar ahora. La pobre Altea es la viva imagen de lo que se llama "matar al mensajero". Al ser humano no hay nada peor que cantarle la verdad cuando esta no le interesa. Y los desmanes que hacemos con el medio ambiente no interesan. Tal vez cuando llegue la consciencia de que ya no hay remedio (la consciencia porque remedio ya no hay), nosa acordemos de aquellos mensajeron incómodos que nos lo avisaron cuando aún había algo que hacer.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Un beso.
Pues no añadiré nada más porque tú lo has resumido perfectamente Rosa. Suerte para ti también y gracias por comentar. Besos.
EliminarEs el legado que estamos dejando a cada año que dejamos atrás. No es alentador pero textos como estos conciencian mucho. Me ha gustado mucho. Un gran saludo y suerte en el concurso.
ResponderEliminarPretendo que sea mi pequeño granito de arena a la causa, Keren. Gracias por comentar. Un saludo.
EliminarTriste mundo en el que los únicos sueños son los que se pueden comprar. Por desgracia, cada vez más gente sueña de esa forma. Es un relato desesperanzador, la visitante del futuro o de otro planeta o de donde sea, acaba encerrada como nuestras esperanzas por cambiar este mundo. Pocas palabras has necesitado para transmitir un mensaje que debería despertarnos de nuestro letargo. Un placer leerle sr. Valín. Un abrazo.
ResponderEliminarBienvenido Sr. Capel, se prodiga usted poco por estos lares blogueros pero siempre es un placer recibirlo. El relato tiene una base triste, es cierto, pero así es en gran medida el mundo que estamos creando. Un abrazo Jose y gracias por tu visita.
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