—Me llamo
Katherine Fulton, y quiero que encuentre a mi padre.
—¿Alguna idea
de por dónde empezar?
—En 1895 se
embarcó en el HMS Erebus hacia las colonias británicas del sur de África
—recitó como si lo hubiera ensayado— El barco naufragó ante las costas
españolas, al noreste del cabo Vilán. Según la Marina Real, no hubo
supervivientes.
—Entonces,
señorita Fulton, temo que su padre lleva catorce años fallecido.
Me tendió un sobre, del que extraje un papel con una frase escrita: para Adelaida.
—Lo recibí hace
una semana, junto con un giro postal de tres mil libras esterlinas. Mucho más
de lo que había visto en mi vida.
Camariñas,
Galicia, observé en el matasellos. La Costa de la Muerte, no era el
primer naufragio en ese litoral maldito.
—Sólo él me
llamaba Adelaida, un cuento que me leía de niña antes de dormir. Detective Turner,
¡mi padre está vivo!
—Y supone que fue él,
claro está, quien envió el dinero. Pero, ¿por qué aparece justo ahora?
—Se rumorea
que el Erebus llevaba el pago para las tropas acantonadas en Sudáfrica.
—Piensa usted que
de algún modo su padre se hizo con el botín. Apropiación de bienes de la
corona, sin duda un buen motivo para desaparecer.
—Puede que el
tiempo transcurrido lo haya vuelto más confiado. Es tarea suya averiguarlo.
Sus pupilas semejaban
una sima sin fin, donde el día y la noche se confundían. Extendió un fajo de
billetes sobre la mesa.
—La otra mitad
cuando cumpla el encargo —sentenció.
Caía una
lluvia fina que parecía burlarse haciéndome creer que podía prescindir del
paraguas, para empaparme tras unos minutos bajo su terca insistencia. El primer
paso obvio era buscar un tal Frederic Fulton empadronado en la zona, como obvio
era que no lo encontraría. Podía haberse cambiado el nombre, pero un inglés
afincado en aquellas tierras no pasaría desapercibido. Tras varios días
preguntando en mi precario español, me dirigieron hasta una antigua casona
solitaria. El propietario se hacía llamar Thomas McLeod y decía proceder de
Escocia. Logré concertar una cita para entrevistarme con él. La mañana acordada me
presenté en la propiedad, no sin antes haber tomado algunas precauciones.
Al entrar me registraron, despojándome del revolver que siempre llevaba encima. Caminé hasta un despacho apenas iluminado por un par de candiles, con las paredes revestidas en madera y decoradas con motivos marineros: un velero que navegaba en el vacío de una botella, el timón de un barco colgando de una pared, redes que no pescaban más que mi mirada absorta… Me hicieron acomodar frente a una mesa, tras lo que me dejaron solo. En el otro extremo había una silla que mostraba el respaldo. Advertí que alguien estaba sentado. Cuando se giró, mi sorpresa fue mayúscula.
—Supongo que
no era este el Fulton que esperaba encontrarse —se carcajeó la pelirroja.
—No lo
entiendo, Katherine. Usted me encargó buscar a su padre.
—Su búsqueda
ha terminado. Frederic Fulton falleció hace más de un mes.
Vestía un
conjunto en tonos turquesa, bordado de encajes. A ambos lados de su cabeza
destellaban dos llamativos pendientes y en los dedos de sus manos se engarzaban
varios anillos dorados.
—Entonces era
cierto, su padre se hizo con el tesoro del Erebus. Usted siempre supo de su
paradero. La puesta en escena en mi agencia rozó la excelencia, lo
reconozco. ¿Qué quiere de mí?
—¿Recuerda el
caso Bythesea? —inquirió con aire acusador— Usted fue clave en descubrir los
negocios turbios de mi abuelo, que acabaron con él entre rejas; murió al poco
tiempo. La familia perdió su fortuna e incluso mi padre tuvo que cambiarse el
apellido para evitar escarnio, y embarcarse buscando el sustento de sus hijos.
En su lecho de muerte me suplicó que llevara a cabo lo que él no tuvo la
ocasión o el valor de realizar. ¿Qué quiero de usted? ¡Venganza!
Me apuntó con
un arma, que resultó ser mi propio revolver.
—Morirá lejos
de la jurisdicción de Scotland Yard. Aquí la autoridad está a sueldo de la
familia. Por si hubiese alguna duda, será su misma pistola la que le dé fin.
Suicidio, alguna rencilla sin resolver… ¿qué más da? El caso se cerrará a
nuestra conveniencia.
—Es usted muy
joven, imagino que es su primera vez —observé el temblor de su mano— ¿Está
preparada para lo que va a hacer?
Le noté cierto
titubeo en la mirada, sus hermosas facciones todavía aniñadas exteriorizaban la
pugna que bullía en su interior; finalmente apretó el gatillo. Le dediqué mi
mejor sonrisa.
—No debió acudir a mi oficina vestida de pobre, luciendo un anillo ostentoso y con ese
hablar de señorita. Sospeché que algo no cuadraba. Las balas son de fogueo, era
obvio que no llegaría hasta Fulton con el arma. Sin embargo, esta sí es real —tomé
una pequeña Derringer que llevaba bien oculta— Págueme lo acordado, yo me iré y
usted seguirá con su vida. Dejemos las viejas rencillas para otra ocasión.
—Nunca saldría
vivo de aquí —se rebeló la joven.
—En ese caso,
firmemos unas razonables tablas.
Quizá fue una
temeridad, pero acabé cambiando la espesa niebla londinense por las brumas silentes
de aquellas tierras de mares bravíos y temidos cantiles. Con el tiempo, la
impulsiva Katherine Fulton aparcó su venganza y terminó por comprender que le
convenía más asociarse conmigo que tenerme de enemigo.
Aun así,
todavía duermo con un arma bajo la almohada, mientras sueño con una mujer de
largos cabellos bermejos.
Quizás estaba siendo abducido (¡para bien!) cuando leía ávido tu excelente y noroccidental texto, pero lo cierto es que en la parte que describes la sima en los ojos de la chica, empecé a la par que el detective, a sospechar de la joven. Me encanta la enumeración descriptiva de detalles dentro de la casa, aludiendo siempre a la vida marinera (casi puedo respirar la pegajosa bruma) en Galicia (he viajado allá muchísimas veces de tanto que me gusta). Buen pulso y gracia en ambos personajes. Me declaro amiguete de ambos. ¡Que tengas buenas tardes y unos exitosos días finiabrileños, con la sensación de tu bravío y amenísimo texto ...s o b r e s a l i e n t e!(es que procedo de la antigua EGB)
ResponderEliminarAtenta y Portoventoleramente,
J u a n ⚔
Hola Juan. Ahora que lo dices no se si sembrar la sospecha sobre la chica, bien vista por tu parte, en el primer capítulo es un acierto o todo lo contrario, en todo caso así está escrito. Con los detalles que comentas dentro de la casa me permití alguna licencia poética, si bien es cierto que la narración está en todo momento en boca del protagonista. Ambos personajes terminaron siendo amigos por conveniencia... o no, el tiempo lo dirá. Respecto a la EGB, ya somos dos. Muchas gracias por tu visita. Un abrazo.
EliminarMe he metido de lleno en la historia y en mi mente me lo imaginé como una película. Me ha encantado.
ResponderEliminar¡Ay qué peligro las pelirrojas!
Hola Flor, me alegro que el relato haya evocado en tu imaginación escenas reales. Muchas gracias por comentar.
EliminarUna cliente que tiende una trampa al detective que contrata. Para descubrir que el detective había sido perceptivo, seguramente por su experiencia. Y que estaba preparado para enfrentar a esa trampa.
ResponderEliminarPor suerte, la vengativa y bella mujer decidió ser razonable.
Muy bien contado. Y es para una película.
Saludos.
Hola Demiurgo. Pues siendo dos los que habláis de película, me pensaré vender los derechos jaja. Gracias por comentar.
EliminarMenuda relato histórico te has marcado. Creo que de aquí podría salir algo mayor. La verdad es que tus historias siempre están súper trabajadas. No me extraña que tengas el lado izquierdo del blog completamente lleno de tinteros. Me ha gustado mucho esa atmósfera de principios del siglo XX. Y el caso de un barco hundido, además en el Cabo Vilano (permíteme que le deje su nombre en gallego). Un lugar impresionante donde los haya.
ResponderEliminarUn saludo.
PD: ¿Es solo en mi ordenador o el cuadro de comentarios de blogger ha cambiado su aspecto? Me tiene mosca todo el día, desde que lo vi por primera vez. Creí que me había entrado un virus. Espero que sea normal.
Hola MJ. Bueno, la verdad es que en el lado izquierdo del blog siempre hay espacio de sobra jeje, pero no sería sin la generosidad de los que votais que esos Tinteros estarían ahí. Respecto al lado histórico, la verdad es que me apasionan los relatos de naufragios de finales del XIX en la Costa da Morte, barcos legendarios como el Serpent, el Iris Hull o el Trinacria, entre muchos otros, tienen tras de si historias excepcionales y llenas de misterio. El Erebus de este relato es una invención, pero tengo un relato bastante más largo sobre el Serpent, donde se mezclan realidad y ficción; eso si lo escribí hace ya mucho tiempo y seguramente se note en el estilo. Por si interesa aqui dejo el enlace:
ResponderEliminarhttps://brumasdegallaecia.blogspot.com/2015/01/el-naufragio-del-serpent.html
El Cabo Vilán es un lugar excepcional, que recomiendo visitar a todo el que pueda, y si se quiere llegar al Cementerio de los Ingleses y la playa de Trece, tanto mejor. Por cierto, Vilán es el nombre gallego y así decidí incluirlo en el texto, en castellano sería cabo Villano. Que yo sepa la acepción cabo Vilano no existe, al menos de manera oficial. Si no estoy equivocado eres gallega también así que supongo que alguna vez habrás visitado los estupendos paisajes de esa costa tan llena de leyendas. Gracias por comentar. Un abrazo.
Por cierto, lo del cambio de aspecto del cuadro también me ha sorprendido a mi, se ve que es un cambio que ha hecho google.
EliminarHola, Jorge. Tu historia detectivesca de época me encajaba más con Sherlock que de relato negro, así toda la narrativa enganchaba en cada párrafo dando dinamismo a la misma con solo breves apuntes en las descripciones.
ResponderEliminarEn cambio, los sucesivos giros de la trama, para mí muy correctos y afortunados, ya le han ido dando a la historia un tinte negro más acorde a la temática del tintero de este mes. De hecho, el final es una precuela de instinto básico. Saludos.
Hola JM. En realidad no hay nada en las bases de la convocatoria que indique que el escrito a presentar deba ser relato o novela negra, la única condición es que esté protagonizado por un detective, una cosa es la novela que inspira la convocatoria y otra las premisas sobre las que se formulan las bases. De hecho, he querido precisamente huir del relato de novela negra por salirme un poco de la tónica de la mayoría de relatos presentados, aunque lo normal es que dada la novela homenajeada se tienda más a este tipo de género. EN todo caso me alegro que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarSi no puedes con tu enemigo únete a él, en este caso para que discutir por historias pasadas pudiendo haber entendimiento.
ResponderEliminarUna historia bien hilvanada con muchos de los tópicos del genero. Felicidades por el resultado.
Un abrazo.
Hola Angel. Creo que a la pelirroja le costó renunciar a su venganza, pero al final hay que ser prácticos. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. En primer lugar , destacaría el personaje principal. Un detective de aire clásico, astuto y con mucho encanto a través de sus líneas de dialogo tan bien desarrolladas. En cuanto a la femme fatale más de lo mismo, al principio parece inocente y dulce, pero esconde algo bajo la manga que descubrimos al final y siempre estupendamente caracterizada por como habla, al margen de alguna pequeña descripción necesaria. La parte histórica sobre la que te has documentado, o no se si ya sabias sobre ella, aporta veracidad al relato. Las dos escenas están muy bien construidas, por lo tanto un gran trabajo, como es costumbre. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Pedro. No hay que fiarse de una dulce jovencita, por muy inocente que sea. Respecto al lado histórico ya había leído sobre el tema de los naufragios, por interés y por algún otro relato que he escrito. De hecho tomo prestados algunos acontecimientos reales para este cuento, por ejemplo del legendario Serpent se decía también que llevaba un tesoro oculto precisamente para pagar a los soldados de las colonias africanas. La zona del cabo Vilán-Punta Boi-Playa de Trece es famosa por haber sufrido numerosos naufragios a finales del XIX, algunos muy famosos y llenos de misterio. Gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarMe ha encantado, Jorge. Muchas felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Chema, un abrazo.
EliminarMagnífico, Jorge. Un homenaje perfecto a la novela de Hamett: venganza, mentiras y esa mujer fatal que ha de ser la perdición del detective. Narración brillante y personajes muy bien definidos. Enlazas muy bien también el tono clásico del relato con la trama histórica, En fin, que no me ha podido gustar más. Muchas felicidades.
ResponderEliminarHola Marta. La relación del detective con la pelirroja mujer fatal daría para profundizar más, pero el espacio es el que es y ya me tomé la libertad de alargarlo un poco al estar fuera de concurso. gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge, aquí me tienes, como tú, desde la barrera je, je. Vaya relato te has marcado, de venganzas frustradas. Un conde de Montecristo fallido que acaba con un final feliz, el cual se queda medio abierto porque, con lo bien que has trazado a la muchacha, yo no me quedaría tranquilo con ella al lado. Es de destacar también la ambientación, me he visto trasladado como si de un mero observador me tratara. Muy buen trabajo, como de costumbre
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Pepe. Yo tampoco estaría tranquilo con la espada de damocles de la venganza fallida. Me hubiera gustado trabajar un poco más la ambientación pero el espacio era limitado. gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarExcelente relato revestido de tu inequívoco estilo narrativo que mantiene al lector pegado a las letras a la espera de acontecimientos. Observo que todos, o casi todos (ahora no sabría decir) los relatos participantes, dentro y fuera de concurso, tienen en común a una mujer llamativa que es el origen de todos los males, je,je.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un abrazo.
Hola Josep. Pues tienes razón, hay una proliferación de mujeres hermosas y perversas pululando por los relatos del Tintero de Oro... me abstendré de hacer más comentarios jeje. Un abrazo.
Eliminar¡Hola, Jorge! Fantástico relato con un sabor noir, del noir clásico que en mi caso adoro. Narrativamente destaco el ritmo. Un ritmo frenético en el que la acción, tanto la real como la emocional, se sucede de una línea a otra. Esto es algo muy característico del género en general y de Hammett en particular. Luego los giros, ese nada es lo que parece y esa historia de venganza, que es el Tema con mayúsculas en Narrativa. Por supuesto, no puede faltar la Femme Fatale, en este caso Katherine, y algo que también quiero destacar: los entresijos del corazón humano. En esta época un tanto empalagosa a nivel literario, nos muestras a dos personajes que resuelven su situación de la manera más racional e incluso parece apuntarse un romance, pero que en modo alguno se quedan solo en ese romance. Como en la vida, nunca puedes conocer el fondo real de la otra persona, y como hace nuestro detective, siempre es bueno dormir con una pistola bajo la almohada. Puro Hammett. Excelente aporte a este homenaje al fundador del Hard Boiled. Un abrazo!!
ResponderEliminarHola David. La limitación de espacio tiene su lado malo y su lado bueno, por un lado hay aspectos de la trama y de la caracterización de los personajes que quedan algo cojos por falta de espacio, pero por otro nos obliga a prescindir de lo superfluo y en parte conseguir ese efecto de ritmo frenético al que aludes, que de otro modo ya dependería más de la pericia del autor. Los giros, ese nada es lo que parece, me parece algo fundamental para mantener la atención y el interés y procuro echar mano de ellos siempre que puedo y la trama se presta a ello, supongo que unas veces con más acierto y otras no tanto. Bien visto el lado emocional, el detective admira el carácter decidido y frío de Katherine, quizás porque tiene algo que ver con el suyo propio, pero me pareció, y seguramente al detective Turner también, que un romance evidente cuando había tanto odio y venganza de la chica hacia él, no era muy realista. En cualquier caso queda patente la secreta admiración del detective por la pelirroja, así como su desconfianza. Muchas gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. Te echaba de menos en este homenaje a Hammett. Pero la espera ha valido la pena. Eres único trayendo lo internacional a tu territorio y creo que nuestro protagonista será feliz aquí, en tierras gallegas, aunque no pueda dejar de dormir nunca con un arma bajo la almohada.
ResponderEliminarHubieras conseguido un gran puesto, sin duda. Espero que mi enhorabuena te sirva igualmente.
Un abrazo enorme.
Hola Bruno. La verdad me costó crear un relato detectivesco, tenía otras opciones pero al final me decanté por esta trama, que de principio no me tenía nada convencido a decir verdad. Hay muy buenos relatos en esta edición, el tuyo incluido, y creo que acceder al pódium estaría complicado, de todas formas esta vez me toca asistir a la competición desde la comodidad de quien no tiene que mojarse, así que esperaré a la gala a ver si el resultado final coincide con mis preferencias. Un abrazo.
EliminarMe ha gustado mucho. Desde el principio nos pica la curiosidad sobre ese hombre, aparentemente muerto, pero que de alguna manera extraña podría estar vivo. El giro que le das a la historia resulta muy interesante. Un gran relato, enhorabuena.
ResponderEliminarHola Ana, me alegro que te haya gustado, muchas gracias por comentar. Saludos.
EliminarUna historia muy intrigante e interesante gracias por compartirla. :)
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarAcabo de guardar tu relato y el del compañero JM para comentarlos con tiempo y calma. Desde que pueda vuelvo, Jorge. Hasta pronto
ResponderEliminarGracias Isabel, espero tu comentario. Un abrazo.
EliminarHola Jorge , un relato muy en tensión hasta el final , me a gustado mucho , te deseo una feliz noche saludos de flor.
ResponderEliminarHola Flor, me alegro que te haya gustado, gracias por comentar. Saludos.
EliminarMás vale tarde que nunca, 😊 por aquí estoy, Jorge, y, como siempre, un relato sostenido por una buena documentación; además de una buena trama, intriga, sorpresa, buenos diálogos y mejores descripciones y un final que da la vuelta a todo. Has aprovechado un hecho real como fue el naufragio del HSB Erebus situando el suceso en las costas gallegas.
ResponderEliminarBuenos diálogos, buenas descripciones (especialmente la de la casona solitaria), y varios giros inesperados en la trama. ¿Qué más se puede pedir?
Un abrazo de los grandes y felicitaciones por tu buen hacer, Jorge.
Hola Isabel. La verdad es que la trama pide un relato más largo, pero hay que adaptarlo al espacio disponible. Tomé el nombre del barco, Erebus, al azar, pero resulta que a raiz de tu comentario me he enterado que hay un barco con ese nombre que naufragó en el Artico buscando un paso por el norte de Canadá. En realidad el naufragio del relato está mas inspirado en el Serpent, que naufragó en 1890 cerca del Cabo Vilán. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
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