Star Guars: Caballero contraataca

GLOSARIO:

Vigo: Ciudad del noroeste de España, en la región de Galicia, famosa por su ría, las ostras, el Sireno y, últimamente, por sus Navidades.

Abel Caballero: Ilustre alcalde de la ciudad de Vigo, obsesionado con tener las mejores luces navideñas del mundo, y con un peculiar y personalísimo dominio del inglés.

Iberdrola, Naturgy, Endesa: Principales compañías de suministro eléctrico de España.

COU: Curso de Orientación Universitaria, antiguo curso puente entre el bachillerato y la universidad.

Carmela: Nombre gallego equivalente al Carmen castellano.

No hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy cercana…

 

 En un oscuro despacho, el regidor y su teniente de alcalde hacían cuentas a la luz de una vela. Vestían abrigos de lana gruesa y su aliento se vaporizaba en una nube blanquecina a través de las bufandas que les envolvían el rostro.

—¡Los números no dan, Carmela! Ni conectando una farola de cada cinco ahorramos lo suficiente, y encima los atropellos se multiplicaron por tres. ¡Quién me iba a decir que los precios disparatados de la luz pondrían en peligro la mejor Navidad del mundo!

—Y lo peor es que en Nueva York encienden la iluminación en tres semanas, alcalde.

—Ellos se turnan a dar pedales en unas bicicletas con dinamo, ¡son ocho millones de niullorquinos! Nosotros no podemos hacer eso.

—Tendremos que prescindir del alumbrado, Abel. Reconózcalo, nos han vencido.

—¡Eso ni en broma! O soluciono esto o me cambio el apellido oficialmente a jorseman, ¿dónde está el teléfono?

 

Ebenezer Scrooge, flamante presidente de la compañía eléctrica La Estafeta S.A., resultado de la fusión de las tres grandes, IberRoba, NaturThief y EndPresa, dio indicaciones de que le pasaran la llamada. Al otro lado de la línea escuchó una voz engolada.

—¡Mi querido amigo Escruch!

—Abel, my friend.

—¿Qué te parecería dar el pregón de Navidad este año en Vigo, colega?

—Es gran honor, Caballero —respondió el directivo, temiéndose alguna estratagema.

—Hay un problema, ¡no nos da para pagar la factura del alumbrado!

—Ser mercado, ley de oferta y demanda, amigo.

—Pero voy a comprar al mercado un chuletón ¡y me lo vendéis a precio de caviar, Ebezener!

Por unos segundos la estática se adueñó de la conversación.

—Yo hacer descuento a ti, dear major. Tú doblar consumo cada año en próximos cinco y dar bono regalo 10% sexto año. Ser interesante oferta.

—Ser gran estafa, Escruch. Esto no es una S.A., es una S.L., ¡Sociedad de Ladrones!

—No enfadar, Abel. Tú poder ir competencia… si competencia existir, claro —rió— Considerar oferta. Hablar martes, yo libro lunes próxima semana.

 

La cara del alcalde era la viva expresión de la desesperanza. Carmela lo notó enseguida y aguardó un tiempo antes de preguntar.

—¿Malas noticias?

—No hay nada que hacer. ¡Qué se iba a esperar de un tipo que se llama Ebezener Escruch!

—Ebenezer, Abel.

—Encima el sinvergüenza me dice con recochineo que él buuk on mondai, ¡será caradura!

—¿El qué?

—Que libra el lunes, Carmela, ¡que no te enteras!

—Ay alcalde, tiene que mejorar ese inglés, lo voy a mandar a repetir el COU.

—¿Cómo dijiste?

—El COU, ¡Curso de Orientación Universitaria!

—¡Eso es! ¿Qué tenemos en Galicia que nos sobra?

—No le entiendo.

—Cous, Carmela ¡Vaaaacas!

—Pero, ¿en qué nos van a ayudar las vacas, además de dar leche?

—Tú déjalo de mi cuenta. ¡Estas van a ser las mejores Navidades del mundo mundial!

 

La Puerta del Sol de la ciudad olívica se vestía de azul y rojo, los colores de la bandera local y, por un capricho del destino, también del señor gordito que por estas fechas hace las delicias de los niños. Un estrado alfombrado se levantaba delante del gigantesco árbol de navidad, todavía oscuro y durmiente tras su letargo. La multitud llenaba la plaza ante el inminente encendido de las luces navideñas que, un nuevo año, llegaba con expectativas de superarse y aventajar a sus competidores. Cuando un hombrecillo trajeado y bajito hizo su aparición sobre la tarima, acompañado de toda la corporación, la chusma se enardeció estallando en alaridos.

—Mira Carmela, este es el mejor momento del año. ¡Que fastidio haberme dejado las gafas en casa, por una vez que había preparado un discurso!

—No se preocupe, alcalde, deme el papel que se lo voy leyendo y usted lo repite.

El regidor agarró el micrófono, apenas pudiendo contener la euforia.

—Queridos conciudadanos, un año más vamos a inaugurar el mejor alumbrado del planeta, ¡Santa Claus ya está llegando para quedarse a vivir en Vigo!

—Santa Claus is coming to town, ¡come on! —empezó a leer la teniente de alcalde.

—Santa clos is comin, ¡Tutankhamón!

A una señal de Abel, comenzó a sonar el Happy Christmas de John Lennon y cayó la nieve artificial.

—John is now playing, and it´s cool —leyó Carmela.

—¡John Snow está jugando, es chulo! —repitió el regidor, extrañándole la referencia a Juego de Tronos.

—Os deseamos feliz año, buena salud y trabajo estable.

—Carmela, mesa es table, trabajo es work —le susurró Abel.

—Alcalde, esto no funciona, ¡mejor improvise!

—¡Ni Niu Yor ni Madrí, las mejores las de aquí! —incitó el showman al público— ¡En la estación espacial ya están preparados para hacerse un selfi! Pero antes, tenemos que dar las gracias a nuestros patrocinadores:

»¡Gafas de sol Rodrigo, para pasear por Vigo!

»¡Duermevela somníferos, tumba a todos los mamíferos!

»¡Clínica Zapata, te opera la catarata!

»Y por supuesto, la marca a la que debemos que se puedan celebrar estas Navidades: ¡Piensos Mengano, ayudan a expulsar metano!

La multitud coreó la frase al unísono.

—Porque gracias a las flatulencias de las vacas y un sistema de turbina de combustión, ¡tenemos energía a precio de forraje! Y ahora sí, poneos las mascarillas, ¡comienza la cuenta atrás! No, las quirúrgicas no... las antigás...

Y de este modo, una vez más y a pesar del poderoso lado oscuro, las Navidades de Vigo terminaron siendo, dicen, las mejores Navidades del mundo.

—¡Ay Carmela! me han dicho que eres un transformer.

—Sorpréndame, alcalde.

—CAR-MEN, Carmela, CAR-MEN, ajajaja.

Episodio I - Star Guars

Episodio III - Star Guars: La nenaza fantasma