Marsella, Octubre de 1172
Mordía el frío
de la mañana cuando tres hombres tocados con una cruz bermellona desembarcaron
en la ciudad. Beltrán de Trémelay, caballero templario en misión papal
comisionada, se hacía acompañar por el tuerto Hugo de Quadrells junto a Robert
Dorset, un gigante que semejaba capaz de tumbar un oso. Caminaron hasta la
abadía de Saint-Víctor; conducidos a un salón debatieron largo tiempo con el
abad sobre el asunto que les concernía. Los documentos hallados en el priorato
de Saint-Maximin y remitidos a Sénanque podían, de ser auténticos, poner en
jaque los cimientos de la cristiandad.
Al alba partieron con sus monturas hacia el corazón de la Provenza. Una niebla incómoda los acompañó durante el trayecto, haciéndoles perder más de una vez el rumbo. Entrada ya la tarde arribaron a Notre-Dame de Sénanque, próspera abadía rodeada de campos de labranza. El prior Monceau, hombre de estatura escasa y ancha cintura, se deshizo en alabanzas ante su presencia. Siete días dedicó Trémelay al estudio del manuscrito. Al octavo, consintió en exponer sus conclusiones.
—¿Es lo que
temíamos? —inquirió Monceau.
—Peor, si
cabe. Sobre su autenticidad no hay duda. El contenido cambiaría el mundo tal
como lo conocemos.
—Entonces,
debe ser destruido.
—Las órdenes
son llevarlo a Roma, de donde espero que jamás salga por el bien de la Santa
Iglesia.
—Así sea. Pero
no servirá ahogar la palabra escrita mientras los hijos de la innombrable, y
los hijos de sus hijos, sigan dando testimonio.
—Habrá cientos
ya, y no veo qué daño puedan hacer.
—Ninguno,
salvo quien ha heredado la facultad de obrar milagros. En la aldea de Beaujeu
mora, su voz debe ser también silenciada, sire.
Beltrán de
Trémelay, hombre acostumbrado a tomar decisiones, supo enseguida qué había de
hacerse. Dejó a sus compañeros el encargo de partir hacia Roma si no tenían
noticias suyas en dos semanas, mandó hacerse la tonsura y se vistió con hábitos
de monje, internándose a pie en las montañas.
Conforme
avanzaba oía historias de curaciones inverosímiles de quien era llamada, según
el ánimo del relator, la sorciere1 o L'illuminé2.
Antes de llegar a Beaujeu ingirió un preparado a base de hongos. Confiaba haber
calculado la dosis justa para llevarlo al borde de la muerte. A mediodía entró
en el poblado, preguntando por la hechicera. En vista de su estado lo llevaron
ante una joven de largo cabello negro y poco más de veinte años. Entre convulsiones
suplicó por su vida.
—Tendréis
vuestro milagro, mas no en la forma que esperáis —le hizo saber la moza.
Beltrán de
Trémelay agonizó durante dos jornadas. Tras su muerte, L'illuminé pidió
encerrarse a solas con el cadáver y al siguiente amanecer, el caballero
templario abrió los ojos de nuevo, con recuerdos vagos y poseído por un terror
lacerante.
—¿Quién sois,
que obráis el prodigio de resucitar a un muerto? —preguntó jadeando.
—Marie-Madeleine
es mi nombre —dejó escapar una alegre risa— y lo era de mi madre y de cuantos
antepasados tengo memoria.
—La Magdalena,
esposa de Jesús el Cristo. En verdad sois descendiente de ambos, pues nadie más
tendría tal poder sobre la vida. ¡Entonces, nuestra fe se sustenta sobre
pilares de barro!
—Grande obra
habéis necesitado para creer, mi señor. Ahora que habéis visto, deberéis
decidir si completar vuestra misión y darme muerte. El abate Monceau estaría
agradecido, pues mis discípulos son cada vez más reacios a seguir alimentando
su estómago saciado y dedican lo poco que poseen al bien de la comunidad.
Beltrán
permaneció en la aldea unos días, reponiéndose más de las heridas del alma que
del cuerpo. Para todos era solo un monje, pero ante Marie no podía ocultar
secretos. Observaba las maravillas que la joven prodigaba sin cautela como si
ya hubiera confiado su sino al comisionado. Mas el destino tenía planes propios para ambos.
Aparecieron en
Beaujeu un caballero tuerto y otro tan grande como un roble. Trémelay salió a
su encuentro.
—¿Qué ocurre,
que la hechicera sigue con vida? —acusó Quadrells.
—No encuentro
culpa alguna en esta mujer.
—Si no os
parece suficiente poner en duda con sus artes la religión verdadera, ¡sois tan
culpable como ella!
Los cruzados
desenvainaron. Beltrán disponía solo de una daga oculta bajo el hábito pero la
sorpresa y su destreza consiguieron hundir el puñal en el costado del tuerto.
Una espada agitó el aire y Trémelay comprendió que no tenía posibilidad alguna
frente al gigante. Viéndose perdido embistió dejando descubierto su flanco
izquierdo y recibiendo la mortal estocada del enemigo, mas la maniobra le permitió
llegar hasta el corazón de Dorset, que cayó con la daga clavada en su pecho.
—Ya veis,
Marie, pongo por segunda vez mi vida en vuestras manos —resolló cuando esta
acudió a él.
—Poco sabéis
sobre milagros, mi amigo. El precio de una tercera vida es demasiado elevado.
Un aura
nebulosa rodeó su cuerpo alabeado y la brisa le agitó el cabello, susurrando
una despedida. Cuando Marie abrió los ojos, dos lágrimas resbalaron por sus
mejillas.
—Vendrían
otros, no habría lugar donde esconderme —dijo sin apenas fuerzas— Vuestra
misión es más elevada. Poned a salvo el manuscrito que relata la odisea de mis
antepasados partiendo de Jerusalén. Llegará el día en que los hombres estén
preparados para la verdad. Lázarus os llamaréis desde ahora, mi apóstol.
Marie-Madeleine
expiró en brazos de Lázarus, el elegido. Aquel día murió una mujer y, bajo el
sol poniente, nació una esperanza.
Moraleja: Los tontos y los
fanáticos siempre están seguros de ellos mismos, mientras la gente inteligente
anda llena de dudas.
1. La sorciere: la
hechicera, en francés.
2. L'illuminé: la
iluminada, en francés.
Buenísimo. Chapeau.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Chema. Veremos lo que se adapta a la convocatoria. Un abrazo.
Eliminar¡Magnífico, Jorge! buena historia bien escrita. Ya te comentaré con más calma, pero de entrada me ha sorprendido y encantado. Amenazo con volver :)
ResponderEliminarGracias Isabel. Aun estoy revisándola un poco antes de presentarla en el Tintero, la verdad que buscar un hilo del que tirar para esta convocatoria me ha costado más que otras veces. Ya sabes que puedes volver siempre que quieras, cualquier análisis por tu parte en el sentido que consideres conveniente es siempre bienvenido. Un abrazo.
EliminarPor aquí estoy ahora que tengo un ratito.
ResponderEliminarAprendo, y mucho. Por ejemplo la cruz pátea que yo llamaba templaria.
Pero no solo me quedo con el aprendizaje, de una enciclopedia podría aprender también datos informativos, es tu manera de encajar la historia en un entorno verosímil, y ¡ojo!, no tiene por qué ser un entorno verídico ni con datos ciertos, pero es un soporte para hacer creíble la historia. No tiene por qué ser cierto si existió Beltrán de Trémelay, un templario gran maestre de la Orden del Temple (comprobé por curiosidad curiosa el dato), pero ya te digo, es lo de menos, aunque para la datación de la época si es importante.Lo importante es como lo cuentas, que nos hagas olvidar todos los datos (y hay información en tu trastienda), y nos metas en la historia. El relato es bueno porque está bien escrito.
Pones en jaque, una vez más, lo que oculta la iglesia y de esto sí que hay mucho que hablar, de como nos cuentan las cosas para su conveniencia.
Te recomiendo leer varios títulos del escritor Óscar Fábrega, (prologista de mi novela y aprovecho para hacerme publicidad jeje), ej: “Dios ha vuelto”, “Supongamos que hablo de Jesús”, etc… donde pone en tela de juicio determinados hechos (o invenciones)
Has creado un relato “maravilloso” en el sentido de lo milagrero y lo excepcional con datos casi detectivescos y con un final dond el “el héroe” muere al final del camino o de la odisea dejando abierta la esperanza a que otros la continúen.
Te felicito.
Pues hola de nuevo Isabel. Te respondo ya pues tengo un rato justo al acabar de terminar el trabajo. Antes que nada, gracias por tu extenso comentario. Yo también desconocía el nombre de cruz pátea, que es también llamada como bien dices cruz templaria, pero documentándome para el relato me encontré con ella. No obstante, como aun no he presentado la propuesta al Tintero y estoy en periodo de correcciones, decidí eliminarla del primer párrafo porque me pareció que recargaba en exceso la introducción, que creo debe ser más ligera y enganchar ya al lector en la historia, así que lo dejé solamente en cruz bermellona. Veo quue te ha picado la curiosidad por los nombres de los caballeros y efectivamente me documenté en el listado de grandes maestres de la orden del temple para buscar nombres acordes y creíbles, pero a Bernardo de Trémelay (me gustó el apellido) le cambié el nombre por Beltrán para que no hubiera una coincidencia exacta. Sí hay otros datos reales en la historia, como los nombres de las tres abadías (si incluimos el priorato) que se mencionan o el pueblo de Beaujeu, todos en la zona de la Provenza que es donde dice la leyenda que fue a parar María Magdalena. Incluso hay un santuario de María Magdalena y la gruta donde dicen que se retiró los últimos años de su vida.
EliminarRespecto a lo que la Iglesia oculta... el día que los archivos Vaticanos se abran correrán ríos de tinta, daría para una buena novela.
Me apunto los títulos que me recomiendas, que seguro son interesantes.
Un abrazo.
Por cierto, tienes un montonazo de tinteros ganados, tengo que aprender a hacerlos chiquititos, tuve que quitarlos y ponerlos en el cuerpo de los relatos ganadores porque me copaban el blog. Te los mereces, desde luego.
ResponderEliminarAy Isabel! me temo que mi cupo de Tinteros está ya en su cúspide, son muchos años ya en el Tintero, demasiados quizás. Te envío un correo para ver si quieres lo de ajustar los iconos en tu blog, tienes más Tinteros que yo así que será más trabajo :)
EliminarMuchas gracias, Jorge, por participar con este cuento en el homenaje a Basile y el Pentamerón. ¡Suerte!
ResponderEliminarGracias a ti M.A. por la propuesta y el esfuerzo de organizarla.
EliminarHola Jorge. Has escrito un relato muy interesante, debo decirte que a mí estos temas me encantan: caballeros templarios, gestas de valientes, aventuras, la iglesia y sus "secretos". Está muy bien escrito, todo fluye bien, no confunde. Me gustó mucho la transformación de Beltrán, de ser perseguidor a creyente y luego a fiero defensor. Me parece incluso que podrías seguir la historia. Saludos y suerte en el Tintero.
ResponderEliminarHola Ana. A mi también me parecen atrayentes y misteriosos estos temas medievales en los que se funden caballeros, pergaminos, los tejemanejes de la iglesia y la nobleza y un largo etcetera, la verdad es que la propuesta de M.A. en ese sentido era muy jugosa. Uno de los miedos de cualquier escritor es saber si lo que escribe se entiendo, procuro que así sea aunque el ser demasiado explícito también es un problema, me alegro que al menos por lo que me cuentas el relato se entienda bien. TAl haya una continuación, quien sabe. Un abrazo.
EliminarHola Jorge! Me ha gustado mucho el personaje de Marie Madelaine y el osado personaje protagonista (ahora Lázarus), junto con la trama! La moraleja muy contundente al mismo tiempo que cierta! Un abrazo y mucha suerte en el concurso!
ResponderEliminarHola Marifelita. En cierto modo creo que los personajes contrastan entre si y se complementan a un mismo tiempo. Estoy de acuerdo en lo de la moraleja. Un abrazo.
EliminarHola Jorge, te has metido con dos temas que me fascinan: "la historia oficial" y los secretos Vaticanos. Me ha encantado. Pero hay algo que me ha llamado mucho la atención, y es ese volver atrás con el nombre después de la resurrección. No es que pasa de Lázaro a Juan como se insinúa en los evangelios hablando del "discípulo que Jesús amaba", sino que siglos después, vuelve a ser Lázarus. Muy interesante. Un tema que da para mucho jugo. Ah, quería avisarte que convendría achicar un poco la pantalla. Resulta difícil leer las últimas palabras de cada línea. Un abrazo
ResponderEliminarHola Juana. Los secretos Vaticanos darían para muchas más historias, sin duda. La verdad es que el nombre de Lázarus no tenía mas pretensión que hacer referencia al resucitado. Respecto a la pantalla, yo la leo perfectamente tanto en una pantalla apaisada como en una cuadrada, con el zoom al 100%. No obstante he reducido un poco el tamaño de la pantalla central, a ver si la ves mejor así, ya me dirás. Un abrazo.
EliminarFascinante. No voy a insistir en lo que ya voy leyendo en los comentarios, tan solo que se nota que hay un trabajo previo intenso de documentación y estructuración de la trama. El texto está muy bien contextualizado, conforme lees te cargas de referentes pero también recuperas ese ese poso que todos llevamos en el imaginario y que nos hace, ya desde el segundo o tercer párrafo, estar inmersos en la historia. Y desde ya te digo que yo creo que se adecúa perfectamente a las bases, porque el término "cuentos de hadas" hay que interpretarlo en un contexto amplio y tu historia tiene todos los elementos requeridos. Pero voy a lo que quiero destacar: Dos momentos, conversión y sacrificio. Muy potentes ambos.
ResponderEliminarLa conversión del caballero del temple, por definición con convicciones muy arraigadas, se obra de forma magistral, e introduce además el elemento mágico en el relato, y no un elemento cualquiera: la resurrección. No tan mágico en realidad, es más bien espiritual, y eso creo que es un gran acierto. Ese momento, que cierra una parte de la trama, crea un giro fundamental, casi un climax de capítulo para mi gusto, y da paso a una nueva trama. Cambian las expectativas, se abren posibilidades... el lector disfruta con esto, nos gusta que nos descoloquen, que nos den cañita de vez en cuando, pero a la vez ocurre que esto sube el listón: obliga a un gran final. Pensé, y ahora... ¿como va a terminar esto? ¡Demonios, esa es la mejor pregunta que se puede hacer un lector!
Y ese final llega con el sacrificio de la chica. Otro giro espectacular, un nuevo salto mortal que además le da todo el carácter a esa María Magdalena que, lejos de ser una bruja de cuento, pasa con este supremo sacrificio a ser un personaje complejo, íntegro y tremendamente humano. Además, al revelar su grandeza en este acto, le da todo el sentido a la conversión del templario y a su causa, esas creencias que ha pasado a profesar. Que no entro yo en la filosofía de fondo del asunto, me interesa menos, porque yo voy a la visión literaria. El final es bueno, muy bueno, tanto, que sobra la moraleja (ya sé, ya sé, es obligatoria, y no está nada mal, pero una moraleja siempre es un mal cierre para una buena historia).
Porque un final implica necesariamente un giro, y un giro solo se concibe como un cambio interior en uno de los personajes principales. Y aquí el cambio interior es brutal: ella entrega su vida por su causa y, por encima de las razones que tuviera, es un momento drástico que, además, le da sentido a todo. Él, por su parte, se enfrenta a una epifanía... el mismo que pretendía asesinarla y después se convirtió en fiel seguidor, ahora se sabe elegido para continuar una tarea milenaria y, aunque no dice nada de forma explícita, está todo justo ahí, en "... nació una esperanza", una frase que contiene toda una historia (historia que queda como tarea para el lector, como tiene que ser).
Mi enhorabuena, da gusto encontrarse con relatos así. Un gran abrazo.
*(Me explico: ¿como va a terminar esto? es en mi opinión la mejor pregunta que se puede hacer un lector porque demuestra que le has enganchado, que le has creado expectativas y que le has generado incertidumbre, y esas son a mi entender las tres virtudes fundamentales de cualquier trama de ficción).
EliminarMe gustó la ambientación del entorno; también los rasgos de carácter que has impuesto a tus personajes.Una historia muy interesante y muy bien narrada. Mis respetos
EliminarHola Isra. Antes que nada agradecerte tu extenso análisis del relato y el tiempo que has dedicado a ello. Una de las premisas de cualquier relato corto es que debe enganchar al lector ya en los primeros párrafos, intento que así sea aunque seguramente la mayor parte de las veces no con todo el éxito que me gustaría. Efectivamente la trama gira en torno a la reconversión de Trémelay a través de lo que ve y siente, al contrario que sus correligionarios que siguen encerrados en su fanatismo, pasando de potencial asesino a converso. En realidad Beltrán se sitúa en una posición con el mismo potencial de fanatizarse que la que acaba de abandonar, pero esto como dices no es tema del relato y en todo caso las motivaciones de los personajes que creamos son suyas y no de quienes les damos vida. Personalmente mandaría a galeras a todos los profetas y apóstoles, pero las inclinaciones del autor no deben interferir en sus personajes.
EliminarMe gusta imprimir varios giros a lo largo de la historia, pues ello mantiene la tensión narrativa. Sin embargo, le llevo dando vueltas varios días y en esta ocasión creo que por precipitación he cometido un error en el planteamiento. Y es que la revelación de que Marie es descendiente de Jesús y María Magdalena no debería ir probablemente a mitad de relato sino al final. Seguramente confié demasiado en el potencial de la segunda parte, o pensé que ocultar al lector este hecho fundamental durante todo el relato no era lo adecuado, pero a medida que le doy vueltas pienso que ganaría en potencia aunando el final con esa revelación. En mi descargo diré que en contra de lo que suele ser costumbre, escribí el relato en un día y lo corregí en otro, y las prisas no son buenas consejeras. Veremos en todo caso como lo valoran los compañeros, a los autores siempre nos es dificil saber el efecto exacto que lo que escribimos causa sobre quien nos lee.
Agradecerte de nuevo tu extenso análisis, un abrazo.
Gracias Beba, me alegra que te gustase, un abrazo.
EliminarPues si te digo que me has puesto la piel de gallina... y que no tengo palabras para describir tan magnífico cuento.
ResponderEliminarMaravilloso.
Me asombra con que claridad has descrito una historia perfecta en la ambientación medieval; en el lenguaje; en la temática, con esa Magdalena que se sacrifica en bien de la verdad, ahora en manos de su Lárazo (el resucitado). La trama es perfecta; en pocas palabras la desarrollas, con cruce de espadas incluido que solventas en un plis plas. Elegancia; buen hacer y una historia jugosa sobre las bases del cristianismo, todo aquello que tan bien se ha tapado sin posibilidad de duda racional ni histórica.
Enhorabuena, maese Jorge!
Un abrazo :)
Hola Maite. Bueno, ya había incursionado con anterioridad en el tema medieval, que es un asunto que por otro lado me apasiona, asi que algunas tablas tenemos en estos asuntos. LA pelea de espadas la escribí rebasando ya el límite de palabras así que hubo que medirse y tratar de ser algo escueto, luego tocó recortar el relato. Muchas gracias por tu generoso comentario, Maite. Un abrazo.
EliminarUna gran historia templaria! Muy bien escrita y contextualizada! Suerte y Saludos!
ResponderEliminarGracias, anónimo.
EliminarSiento el anónimo Jorge, un saludo!
Eliminar"Murió una mujer y nació una esperanza..." ¡Qué maravilla de cuento, Jorge! Qué bien lo has contado, con cuánta delicadeza y qué bien has encontrado el tono de la historia. La ambientación es perfecta y la evolución del personaje principal me ha parecido fantástica también. Una gran historia. Enhorabuena.
ResponderEliminarHola Marta. Es complicado en tan poco espacio relatar la evolución de Trémelay, me alegro que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarHola Jorge una historia estupenda mezclando a los templarios y todas las leyendas e historias que los acompañan y una moraleja muy cierta. Mucha suerte. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Ainhoa. Un abrazo.
EliminarMoraleja para rematar un relato muy bien contado, lleno de sugerencias y evocaciones. Enhorabuena, Jorge. Buen fin de semana.
ResponderEliminarMuchas gracias Guille. Un abrazo.
EliminarHola Jorge, me dejaste sin palabras, es una historia excelente, muy bien contada y con un final maravilloso, he disfrutado mucho de leerla.
ResponderEliminarUn abrazo.
PATRICIA F.
Hola Patricia. Espero que ya hayas recuperado el habla jeje. Un abrazo.
EliminarEra realmente una bruja, que ayudaba a los demás, los curaba.
ResponderEliminarY hasta fue capaz de sacrificarse para salvar a alguien, a quien le habían dado la misión de asesinarla.
Alguien que no pudo salvarla, pero salvará su obra.
Un gran relato. Saludos.
Hola Demiurgo. La vida está llena de sorpresas y contradicciones. me alegro que te gustase. Un abrazo.
EliminarMaravilloso relato, Jorge.
ResponderEliminarLos templarios y una descendiente de María Magdalena, qué gran tema sobre el que construir una historia tan bien narrada y documentada como la que nos regalas. Me ha encantado.
Mucha suerte en el concurso.
Un fuerte abrazo.
Hola Estrella. Me costó encontrar el hilo para este reto, espero que la propuesta haya sido interesante. Un abrazo.
EliminarMe gustó mucho Jorge, el tema de los templarios siempre me ha atraído. Y sobre el tema de Maria Magdalena se ha escrito tanto que que supongo que todavía no se ha dicho todo sobre esos temas. Te aplaudo. Un abrazo y suerte
ResponderEliminarHola Nuria. Los templarios son un misterio que siempre da mucho juego. Un abrazo.
EliminarMe ha parecido una interesante historia, no me esperaba a María Magdalena como protagonista de uno de estos relatos. Me ha gustado mucho la ambientación y la puesta en escena, y el final sorprenderte. Suerte en el concurso.
ResponderEliminarSaludos
Hola Jose. Yo tampoco me la esperaba jaja, espero haber resultado original. Un abrazo.
Eliminar¡Pues diste en el clavo! Enhorabuena por el tintero y muchas gracias por tu visata. Saludos
EliminarMuchas gracias Jose. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. Un relato maravilloso, tanto en cómo lo has escrito como en el trabajo que hay tras él. No habrán sido pocas las horas de, estudio que te ha llevado su redacción pero cada una de ellas ha sido crucial.
ResponderEliminarSeguro que alcanza un alto puesto en la convocatoria así que sólo puedo decirte... ¡Enhorabuena!
Un fuerte abrazo.
Hola Bruno. En este caso casi he dedicado más tiempo a intentar encontrar un hilo que mereciera la pena, pero si es cierto que la labor de documentación forma parte importante en la creación de la historia y el tiempo invertido en ella. Gracias por tu generoso comentario. Un abrazo.
EliminarSi, excelente idea, a mi tambien me gusta usar ideas que estan enraizadas en la antiguedad y presentarlas en esta epoca de la edad media en donde toman un sabor diferente. Que gran relato, que me encanta mucho ya que la historia es uno de los platos mas suculentos que uno puede disfrutar. Aplausos para tan bello relato que nos pone muchos enigmas y alguna palabra y pensamientos sacrilegos.
ResponderEliminarHola Jose. Al menos a mí la historia me gusta y disfruto mucho con ella, así que tener la oportunidad de escribir un relato medieval como se pedia en la convocatoria es un lujo. Un abrazo.
EliminarSoy una apasionada de la historia y tu relato, perfectamente ambientado, es magnífico en todo sentido: estructura , fondo , trasfondo, lenguaje, tono etc. Con una moraleja muy necesaria en estos tiempos de auges extremistas. Muchas gracias, suerte y un abrazo.
ResponderEliminarHola Myriam. Pues ya somos dos, a mi me apasiona también la historia. Gracias a ti por comentar. Un abrazo.
Eliminarbueno bueno... Doble resurreccion, aunque sea a un alto precio, superando al tatarabuelo. Empeña su vida en ello con la unica esperanza de que algun dia se sepa toda la verdad; su vida y su estirpe. el maximo sacrificio. no paraece que a esa edad tenga descendencia asi, que toda la historia queda en manos del protagonista, que es un avanzado a su tiempo, que ve , analiza y concluye, idependientemente de opiniones ajenas.
ResponderEliminarun tema muy potente, que no se traslucia al principio. la primera mencion a maria magdalena, puede incluso parecer casual, pero luego a cosa se pone trascendente.
Una ardua labor de documentacion, al menos de lugares, no se si los personajes tienen referencia en al historia , pero eso tampoco importa demasiado; aqui importan los hechos-
abarzo y suerte jorge
Hola Gabiliante. Bueno, está claro que Marie no deja descendientes directos, pero teniendo en cuenta que estamos en el siglo X debía haber ya unos cuantos merovingios pululando por el mundo, así que la estirpe está garantizada. Respecto a la correspondencia de lugares y personajes con la historia: si son reales todos los lugares que se mencionan, las abadías y las localidades, el marco físico está bastante definido. Los personajes son todos inventados, salvo las referencias a Cristo y María Magdalena, aunque los nombres estén inspirados en personajes reales relacionados con el Temple y la vida monástica. Gracias por comentar, un abrazo.
EliminarHola, Jorge!! Me ha gustado mucho tu relato. María Magdalena fue una apóstol de Jesús. Es una pena que la Iglesia la haya relegado a un lado, más siendo ella la primera persona que vio a Jesús resucitado. Estoy segura que después siguió haciendo mucho bien en el mundo. Y si tuvo descendencia como nos cuentas en el relato, seguro que continuaron su legado. Hay demasiadas cosas que nos han ocultado y nos ocultan y es una pena. Pero la verdad siempre termina saliendo a la luz. Gracias y un abrazo!!
ResponderEliminarHola Cristina. El relato parte de una leyenda, que no tiene verificación histórica, como no la tienen tampoco tantas cosas que se cuentan en la biblia. Sin embargo en el sur francés hay muchas referencias a María Magdalena, pues la leyenda dice que desembarcó allí huyendo de Jerusalén en compañía de otros personajes bíblicos, acompañada por la hija que tuviera en común con Jesús de Nazaret. Evidentemente la Iglesia ha conformado un relato acorde a sus intereses, como ha hecho siempre y sigue haciendo. No obstante, esto es solo ficción y como tal ha de tomarse. Muchas gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge! Un relato excelente! Uno se desliza por la lectura, atrapado. En cuanto al contenido, en sí, hay toda una vertiente que piensa que Magdalena fue la esposa de Jesús. Tu relato me hizo acordar a El código da Vinci, no solo por la temática sino por la calidad y el estilo.
ResponderEliminarUn gusto leerte. Abrazo
Hola Mirna. De haber existido Jesús es muy improbable que no hubiera tomado esposa, pues para un judío de la época era algo prácticamente impensable por propio mandato bíblico, el famoso creced y multiplicaos. Efectivamente en el Código Da Vinci también se trabaja esta misma idea. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.
EliminarHola Jorge, fantástico relato , relatas con todo detalle el mundo de los templarios y la vida de la descendiente de la Magdalena .
ResponderEliminarUn gran trabajo de documentación el que nos ofreces.
Mi enhorabuena
Un abrazo
Puri
Hola Puri, tratándose de temas históricos, aunque entremos en el campo de la leyenda, la documentación se hace con gusto. Muchas gracias y un abrazo.
EliminarHola, Jorge, has escrito una historia maravillosa. Me he visto tan atrapada y sobrecogida en su lectura como cuando leo una gran obra de la Literatura. Una narrativa que crea el ambiente medieval con el vocabulario adecuado, los lugares y detalles que te sitúan perfectamente, los personajes que se salen de la pantalla y viven la historia, y tú no te ves como lectora si no como observadora desde un rincón. Luego esa moraleja tan de verdad para entonces como para nuestros día.
ResponderEliminar¡Felicidades y suerte en El tintero!
Hola Pilar. Ya me gustaría algún día escribir una gran obra de la literatura jaja, pero de momento no soy más que un aprendiz. Me alegro mucho que te haya gustado, muchas gracias por tu generoso comentario. Un abrazo.
EliminarComo siempre deslumbrante narrativa la tuya y me atrevería a decir que impecable.
ResponderEliminarLos templarios, ni más ni menos. Mira que me gusta esta orden monástica de caballería, y tanto se escribió y se escribe de esos caballeros casi míticos, que pareciera que estuviese todo escrito.¡Pero no! aquí está la prueba de que todo es posible con buena dosis imaginativa.
Abrazo.
Hola Francisco. Todo lo relacionado con los templarios está siempre rodeado de misterio, así que pensé que era buena idea hacerlos protagonistas del relato, cuyo motor es por otro lado el misterio del manuscrito y la Magdalena. Muchas gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. Ha sido un placer leer tu cuento. Por la historia, por los personajes, por lo bien que has encajado todo en la época y , sobre todo, por lo bien escrito que está. Sin duda, uno de mis firmes candidatos si pudiese votar. Mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Pedro, pues que pena que no puedas votar jaja. Me alegra que te haya gustado, gracias por comentar, con más motivo al no estar compitiendo. Un abrazo.
EliminarEstupendo relato, Jorge, mantienes el interés desde el principio hasta el fin con una narración estupenda. Todo lo relacionado con los templarios y los evangelios apócrifos es muy interesante. Estupendo también el inesperado giro final. Un placer leerte. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Lola. Sin duda juntar templarios y temas bíblicos da mucho juego. Sobre el final la verdad es que aun tengo muchas dudas y me pregunto si no podría haber presentado algunos acontecimientos en otro orden, pero lo hecho hecho está. Muchas gracias por comentar. Un abrazo.
Eliminar¡Hola Jorge! Qué cuento tan hipnótico, con los templarios como trasfondo. Tu historia tiene una muy buena narración y está muy bien estructurado, además de contar con dos personajes de sobras conocidos a los que aportas una gran verosimilitud. Y la frase final (Aquel día murió una mujer y, bajo el sol poniente, nació una esperanza) es contundente, cierra un ciclo y te deja con ganas de más. Un saludo y suerte.
ResponderEliminarHola Rocío, me inspiré en las leyendas que hay en torno a la estancia de la Magdalena en Francia. Me alegra que te haya gustado. Un saludo.
EliminarHola Jorge.
ResponderEliminar¡Un cuento maravilloso que engancha y te deja con ganas de volver a releer sobre los templarios y los "secretos" de la iglesia! Por empezar, un magnífico trabajo previo de documentación. Una pequeña duda: ¿lo de Beltrán en lugar de Bernard, por algún motivo especial? Porque los nombres de las tres abadías que se mencionan y Beaujeu, en la zona de la Provenza que es donde dice la leyenda que fue a parar María Magdalena, nos sitúan perfectamente en la historia.
Me encanta cómo nos llevas de la resurrección de Trémelay a la conversión, pasando de asesino a converso, la muerte de la descendiente de María Magdalena y Jesucristo y la estupenda moraleja con la que terminas tu cuento.
No hace falta que te desee suerte en el reto. Pero sí te agradezco el placer de leerlo.
Un abrazo.
Hola Trujamán. El nombre de Beltrán no tiene ningún significado especial, simplemente lo cambié para que no coincidiese con el real Bernardo de Trémelay, nada más. Las abadía como bien dices si son reales y se pueden buscar en el mapa sin dificultad, asi como el pueblo de Beaujeau, ya en los prealpes franceses. La suerte hay que buscarla, pero siempre es necesaria jaja. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge, estupendo este cuento que une templarios y a Lázaro. Mis padres son unos fans de los templarios. Tienen una biblioteca repleta de volúmenes de los mismos, creo que por eso los llegué a aborrecer, aunque entre mis lecturas favoritas está El Péndulo de Foucault, novela sobre templarios y Jacques de Molay (no sé si tiene que ver con tu prota Beltrán de Tremelay) dispar donde las haya. En cuanto a tu cuento, sigues la línea templaria, la de la venganza y la de postergar rebeliones o conspiraciones pero con la magia de una hada, muy templaria también de fondo, y un final que nos deja con la miel en los labios. Un ejercicio muy trabajado que denota solera, cultura y mucho arte. Me ha encantado, mucha suerte en el concurso y un fuerte abrazo!
ResponderEliminarHola Pepe. A mi todo lo que tenga que ver con misterios me gusta, y si además es histórico tanto mejor. Jacques de Molay fue el último Gran Maestre de los Templarios, que fue quemado en la hoguera por el rey de Francia Felipe III en conspiración con el papa Clemente V. Beltrán de Trémelay es un personaje inventado, aunque toma su apellido de otro Gran Maestre del Temple. Me alegro que te haya gustado, gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarSir Jorge, "atrevido vuestra merced en convertir templarios en apóstoles, es más, ¿Cómo os atrevéis a fulminar la vida de Marie deste modo cruel? Esa iluminada, esa hechicera, esa ¿dijo innombrable? pues si que luego le dio apodos. Enduda quedo como Lázarus siglo ventiuno se las arregla, que esas cruces en el pecho dicen adherirse a la piel y al credo. Un fanático siempre anda seguro, como bien dice, y como inteligente creída que soy desde pies hacia arriba llena de dudas me quedo por resolver vuestra querencia así el enredo. Son solo molinillos que se soplan al viento, son habladurías, supercherías, claro está, pilares de papel.
ResponderEliminarInspiradora historia, estimado Jorge. Un abrazo
Hola Emerencia, bueno la innombrable no es Marie sino... ahi lo dejo... creo que te has metido tanto en tu historia que no te has despegado del lenguaje arcaico jeje. Gracias por comentar. Un abrazo.
Eliminar"bajo el sol poniente, nació una esperanza." que hermoso relato, donde en ocasiones una muerte, no es el fin, sino la reencarnación de lo bueno que vendrá. Bella moraleja. Abrazos virtuales.
ResponderEliminarHola Raquel, esperemos que la muerte no sea el fin... gracias por comentar, abrazos.
EliminarHola, Jorge. Parece que el desafío de este mes te ha venido llovido del cielo para sembrar una historia medieval redonda. Vamos que es toda una precuela o un capítulo flashback de El código Da Vinci. Además, tampoco te has cortado en cuanto a documentación ni intendencia logística, un trabajo bien hecho que ha cabido, sin dejar detalle suelto, en la extensión solicitada.
ResponderEliminarSaludos y suerte no creo que te haga falta mucha.
Hola Vanjav. Bueno, lo medieval me inspira, no se puede negar. Respecto al Código, algo toma prestado de la misma leyenda en la que se inspira el libro. La suerte siempre hace falta, y más en los tiempos que corren. Muchas gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarFelicidades por ese tan merecido Tintero para un trabajo bellísimo!
ResponderEliminarMuchas gracias Maite por tener el detalle de pasarte de nuevo. El tuyo tampoco se quedaba corto. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge!! Muchas felicidades por esa plata tan merecida. Un abrazo enorme!!
ResponderEliminarMuchas gracias Bruno, felicidades también a ti por tu merecido Oro. Un abrazo!
EliminarTe lo dije, Jorge. ¡Buen trabajo! Más que merecida la plata. ¡A disfrutarla!
ResponderEliminarMuchas gracias Isabel, felicidades también por tu flamante Oro. Un abrazo!
EliminarJorge! Felicidades por ese merecidísimo Tintero de plata, otro pars tu colección.
ResponderEliminarUn abrazo!
Muchas gracias Pepe, y por el detalle de pasarte aun no compitiendo. Un abrazo!
EliminarMuchas felicidades, Jorge por tu tintero de plata!! Un abrazo!!
ResponderEliminarMuchas gracias Cristina. Un abrazo!
EliminarCongrats, Jorge, contigo también hice buena quiniela y merecida. 🥂👍
ResponderEliminarMuchas gracias Vanjav, pena que la quiniela no llevase aparejado premio económico, algo te hubieras llevado. Un abrazo.
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