Este mes de Noviembre El Tintero de Oro nos propone un reto original y diferente, escribir un relato sin narrador:
En este caso, las historias siguen un hilo argumental, pero carecen de un
vehículo que transporte las ideas en un espacio temporal lógico. Aquí no hay voz del narrador. Esta carencia se suple
aportando textos independientes que tienen entre sí una relación clara. La particularidad de estos textos es que no son relatos
ni historias de por sí, sino piezas sueltas que no poseen un sentido claro por
sí mismas: recortes de noticias, programas radiofónicos, cartas, expedientes
médicos… De esta manera, el lector se convierte en una especie de investigador que,
mediante los documentos que va encontrando, va conformando la historia global.
Aquí va mi aportación, un sencillo homenaje a...