—Al hotel
Meliá —ordenó al taxista.
Su editor
le tramitó el alojamiento, no sospechaba el ahora escritor que el antiguo
Corona de Aragón había cambiado de nombre. Cuando llegó se le hizo un nudo en
la garganta. El recepcionista le asignó la habitación 510.
Deshizo la maleta. Tantos años después, por un capricho del azar, estaba allí de nuevo. Recordó el incendio, gente atrapada, muerte… solo unos pocos sabían la verdad. Unos pocos entre los que él se encontraba.
Le costó
conciliar el sueño. Lo despertaron unos gritos, llantos histéricos, personas corriendo. Se
asomó al pasillo, pero no había nadie. En la habitación hacía un calor
asfixiante, aunque el climatizador permanecía puesto. Oyó el sonido de la ducha en el baño; tras comprobar que el cuarto estaba vacío, cerró el grifo. Aterrado, pensó en
escapar, apoyó su mano temblorosa sobre el pomo ardiente, le costaba tomar aire.
—¡No! —reculó en
voz alta, como si alguien más pudiera oírlo— No más huidas. Ha llegado el
momento de mirar a los ojos al pasado.
Iñigo
Arizcuren se sentó sobre la cama. Le esperaba una noche larga. Miedo e incertidumbre lo atenazaban, imploraba por
volver a ver amanecer. Cuatro décadas atrás, 78 inocentes no habían tenido
esa suerte. Tomó un ejemplar de su libro y leyó el título, apesadumbrado: Crónica
de un arrepentido. Mis veinte años de militancia en ETA.
NOTA: En Julio de 1979 se produce
un incendio en el hotel Corona de Aragón, en Zaragoza, en el que murieron 78
personas y más de un centenar resultaron heridas. Oficialmente se atribuyó a un
hecho fortuito en la churrería de la cafetería del hotel, aunque
investigaciones posteriores determinaron que se utilizó un acelerante que
contribuyó a la extrema rapidez con la que se propagó el fuego. En el hotel se
alojaban autoridades civiles y militares que ese día acudirían a la entrega de
despachos en la Academia General Militar, entre ellos la viuda del dictador
Francisco Franco. En un primer momento la banda terrorista ETA se atribuyó el
atentado, aunque posteriormente lo negaría. Cuentan las leyendas que en el
hotel, y en particular en la habitación 510, se producen toda serie de fenómenos
paranormales relacionados con los terribles hechos que allí acontecieron. Hoy
en día, el antiguo Corona de Aragón es conocido como hotel Meliá Zaragoza.
Foto: La basílica del Pilar en Zaragoza reflejada en las aguas del Ebro, desde el Puente de Piedra, en una noche de invierno en la que, por extraño que parezca, no soplaba el cierzo.
Dos futbolistas del Deportivo Alavés habían sido fichados por el Zaragoza: Badiola y Valdano. Ambos tenían que estar hospedado en el Corona, pero solo lo hizo el primero porque Valdano al final suspendió el viaje. A Badiola le pilló de lleno el incendio y tuvo muchos problemas. Era un jugador muy prometedor, del que nunca más se supo como futbolista.
ResponderEliminarAunque soy de Zaragoza y aquí sigo viviendo, estaba en Barbastro haciendo la mili.
Muy bueno tu relato.
Un abrazo.
Hola Macondo. A veces las cosas que nos suceden en la vida dependen del azar y de decisiones aparentemente intrascendentes. Una tragedia lo de Badiola y el resto de víctimas que vieron sus vidas truncadas. Un abrazo.
EliminarVaya qué buena leyenda! Interesante hasta el final. Saludos!
ResponderEliminarGracias Ana, un saludo.
EliminarYo diria que todos estos actos violentos y terrorificos generan Karma de inmediato.
ResponderEliminarEste relato es muy bueno porque nos recuerda esa pieza de historia quizas ya olvidada
Hola José, el relato va de eso, tantos años después los actos que el protagonista realizó se vuelven en su contra. Un saludo.
EliminarMuy buen relato y muy bien narrado. Atrapante de principio a fin.
ResponderEliminarUn saludo.
Me alegro que te haya atrapado Cynthia. Un saludo.
EliminarMe gusta. Relato redondo. Gracias, Jorge
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado Javier. Gracias a ti. Saludos.
EliminarEl arrepentimiento nunca será suficiente.
ResponderEliminarHola Cabrónidas, somos responsables de nuestros actos, aunque muchas veces, incluso aquellos mas graves, se realicen con bastante inconsciencia.
EliminarHola, Jorge. Un micro que pone los pelos de punta por todo lo que se intuye tras él. Me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarHola Marta, me alegro que te haya gustado. Un saludo.
EliminarHola, Jorge. Muy interesante y sobrecogedor tu micro. A mí el misterio existente en torno a la habitación 510 me recuerda mucho a la leyenda urbana según la cual la tragedia se perpetúa en aquellos lugares donde se ha sufrido lo indecible. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarHola Beri. Hay más testimonios, ciertos o no, acerca de fenómenos paranormales en lugares de gran sufrimiento, este no es más que uno de ellos que he querido visibilizar en este micro. Un abrazo.
Eliminar¡Si señor! ese escenario junto con su historia los conozco yo. Es más, mi hermana se alojó en ese hotel; saliendo de él unos días antes del incendio.
ResponderEliminarUn abrazo, compañero.
Hola Francisco, tuvo suerte tu hermana. Una hermana mía se bajó en Ourense del tren que minutos después se accidentaría en Angrois en Santiago. La vida a veces son casualidades. Un abrazo.
EliminarEn cualquier establecimiento donde ocurre una desgracia colectiva, como el incendio del Corona Aragón, da lugar a leyendas de aparecidos. Lo has sabido llevar muy bien, Jorge, con eficacia narrativa, metiendo al cierzo casi como un personaje más.
ResponderEliminarDesconozco si Iñigo Arizcuren existió y si escribió los dos libros que mencionas, tanto si fue así como si no, muy oportuna su aparición en la trama y la posible sospecha de la autoría del atentado haciendo verosímil la trama y el más que conseguido micro entre la leyenda y la realidad.
Muy bien, Jorge.
Hola Isabel, el cierzo, casi omnipresente en Zaragoza, es un observador impotente de los hechos. Iñigo Arizcuren es un personaje inventado, aunque está inspirado en conocidos terroristas arrepentidos como Soares Gamboa, Iñaki Rekarte, Ibon Etxezarreta o el más conocido Urrusolo Sistiaga, personajes con un pasado siniestro que han sido capaces de renegar públicamente de sus acciones. La autoría del atentado del Corona de Aragón no está comprobada, aunque si se sospecha de ETA. En cualquier caso el protagonista se reencontró con los fantasmas de su pasado, nunca mejor dicho. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. Magnifico el relato . Me gusta todo de principio a fin. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Pedro, muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.
EliminarPrimero que Todo ¡Viva La Virgen del Pilar! Me complació mucho tu texto, lúgubre y violento, claustrofóbico, y ....de Justicia Poética. ¡¡¡Esos pistoleros cuya alma está conformada de detritus deben haber sentido acosos en ciertos aspectos de los que compartes!!! Atesora mucho Dolor esta clase de episodios históricos. Y Te lo agradezco de manera personal, es un gozo haberlo leído.
ResponderEliminarJ u a n .
Hola Juan, es cierto que hay cierta justicia de fondo en el relato. Me alegra que te gustase. Un saludo.
EliminarTremendo micro Jorge, muy bien contado con la tensión narrativa en alza hasta que el protagonista nos descubre sus miserias.
ResponderEliminarGracias Matilde, es complicado generar tensión narrativa en tan poco espacio, me alegra que tu juicio se haya conseguido.
EliminarMuy buen Micro, Jorge. Muy conseguidos el suspense y la intriga durante el relato. Además también creas el ambiente paranormal adecuado a la historia. El hecho de que construyas la historia sobre un suceso histórico le da un valor especial al relato. Buen relato. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Leo, un hecho histórico siempre es un plus añadido. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. Me ha gustado cómo has mezclado una historia real con un relato inventado, lo que le da todo el mérito de la verosimilitud y el interés. Magnífico relato. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Isan, quién sabe si algún día realidad y ficción se juntarán. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. Sí que es inquietante la leyenda que nos cuentas con situaciones de horror que no me extraña que hagan pasar toda la noche en vela o peor aún con pesadillas recurrentes. Yo no me acordaba de este suceso así que la referencia al mismo le da todavía más relieve y contraste a tu micro. Saludos 🖐🏼
ResponderEliminarhola JM, por lo visto es un suceso más recordado de lo que pensaba. Saludos.
Eliminar¡Hola, Jorge! Fantástica leyenda urbana. Lo tiene todo. Un lugar en el que ocurrió una desgracia, como ese atentado, en el que se reúnen las almas de las víctimas clamando justicia. Una justicia, elemento recurrente en estas leyendas, que también busca el terrorista que provocó la tragedia, lo que nos lleva a otra ansia social: pensar o creer que quien cometió un acto atroz llegue a arrepentirse y cuyo dolor no se termine con la simple condena penal, sino que vaya más allá. Fantástica propuesta. Un abrazo!
ResponderEliminarHola David. Excelente resumen el tuyo del micro, muchas gracias por comentar. Un abrazo.
EliminarUna historia espeluznante, sobre todo conociendo lo ocurrido tantos años atrás. Yo no soy supersticioso, pero creo que no aceptaría alojarme en esa habitación, je,je.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho cómo lo has narrado.
Un abrazo.
Hola Josep. A mi también me daría reparo alojarme en la habitación. Un abrazo.
EliminarQué fuerte... Interesante, he impactante. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarGracias Nuria. Abrazos.
EliminarMe ha encantado ese final! A veces los remordimientos nos dejan dormir menos que los fantasmas.
ResponderEliminarHola Ana. Muy cierto eso que comentas. Saludos.
EliminarEsa historia la conocimos. Fue un incendio muy trágico. Yo desde luego no de si volvería a ese hotel de haber vivido ese incendio.
ResponderEliminarHola Mamen. Ciertamente fue muy trágico. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge. Nos traes a la memoria un fatídico hecho real. Leyendas sobre habitaciones encantadas las hay en todos lados, incluso en El resplandor se basa parte de su miedo. Cuesta creer que esta tenga ese trasfondo de lo que aconteció. La verdad es que sorprende que el hotel siga abierto, ya que da yuyu solo pensar en la posibilidad de estar cerca de tamaña leyenda, yo, ahora que lo sé, me lo pensaría, je, je.
ResponderEliminarPor cierto, la foto es genial.
Un abrazo, Jorge!
Hola Pepe. Pues por lo visto sigue abierto, seguro que habrá quien se aloje en él buscando encontrarse algún fantasma. La foto está sacada desde el Puente de Piedra, hace ya muchos años. Un abrazo.
EliminarEstupendo micro, mezcla de hechos reales y ficción, muy bien narrado. Leyenda urbano o no, alojarse en ese hotel es para pensárselo. Saludos, Jorge!
ResponderEliminarHola Mayte, supongo que el trasfondo real lo hace más inquietante. Un saludo.
EliminarInteresante relato. Saludos
ResponderEliminarGracias.
EliminarMe encanto este relato. Introduces personajes imaginarios con historias imaginarias dentro de entornos reales con historia real y los enlazas en forma de leyenda urbana aderezada con rumorologia de la época ( bueno esto en la explicación posterior). Y Creas un ambiente sobrenatural.
ResponderEliminarMagnífico.
Saludoss
Hola Gabiliante, me alegra que te haya gustado la atmósfera. Un saludo.
EliminarHola, Jorge. Fantástica propuesta la tuya. Un relato realista con un buen toque de fantasía que lo hace más auténtico. La culpabilidad y la agonía del protagonista es palpable. ¿Podrá ser perdonado?
ResponderEliminarDe nuevo mi enhorabuena por lo bien que escribes. Desde luego, tu relato alcanzaría una muy buena posición si fuera un concurso.
Un abrazo.
Hola Bruno, en estos retos podemos relajarnos sin la presión del concurso, se viven de otra manera. Un abrazo.
EliminarHOla Jorge, no sabía de esta historia. Muy buena propuesta de Leyenda urbana con esa habitación 510. Más de un criminal debería experimentar estas pesadillas. Un abrazote.
ResponderEliminarHola Emerencia, habrá criminales a los que la conciencia les remuerda y otros que no, de todo se ha visto. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge, una leyenda contada casi como una crónica, la mezcla de realidad y fantasía está muy lograda. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Ángel, me alegra que te haya gustado. Un saludo.
EliminarDa que pensar, Jorge, bien presentado, me ha gustado.
ResponderEliminarAbrazos
Hola Paola, me alegra que te gustase. Un abrazo.
EliminarHola, Jorge, este es uno de esos relatos que según lo vas leyendo te agarra por dentro. Sobrecogedor. Lo real y lo imaginario se mezclan en un puzzle perfecto.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola Pilar, me alegra haber conseguido esa sensación sobrecogedora. Un abrazo.
EliminarHola Jorge, has trabajado el micro con naturalidad y maestría para traernos esa historia real convertida en leyenda por las distintas versiones que circularon. Bueno esto lo digo por lo que aclaras debajo, porque ni en sueños estar enterada del suceso.
ResponderEliminarUna muy buena participación, dando ese toque fantasmal y aterrador al hotel y la habitación, como se ventila en la vida real, y la presencia de ese fantasma de la conciencia que se sabe culpable, y que renace en el protagonista. Muy bueno.
Gratos días para ti, Jorge.
Hola Harolina. Creo que la aclaración le viene bien para situar los hechos. Buen día!
EliminarInteresante leyenda inspirada en un hecho real.Las historias que se tejen despues de acontecimientos históricos como estos, en efecto comienzan a surgir ideas de fantasmas o almas en penas. Digno de una película. Abrazos virtuales
ResponderEliminarHola Raquel, no estaría mal hacer una película de los hechos. Abrazos.
EliminarHola Jorge, un relato muy bien escrito que yo creo que en vez de ser
ResponderEliminarUna leyenda urbana, creo que fue un hecho real, y más en aquellos años.
Te felicito por tan buen micro, saludos de flor.
Hola Flor, la leyenda urbana es en lo referente a los fantasmas, el echo fue real. Saludos.
EliminarUn micro que sobrecoge al saber que fue real todo lo que ocurrió y sus consecunencias.
ResponderEliminarMuy bien contado Jorge
Un abrazo
Puri
Hola Puri. El tratarse de un hecho real lo hace más tremendo. Un abrazo.
Eliminar!Hola, Jorge!
ResponderEliminarEstupendo micro, y muy bien ambientado, en esa habitación de la que tanto se ha dicho. Siempre es buen momento para el arrepentimiento y el protagonista tuvo la oportunidad. Una leyenda fabulosa, felicidades.
Conocía sobre los hechos, mi esposo es de Zaragoza y vivía a una manzana del hotel.
Un abrazo.
Hola Mila. Debió haber sido muy fuerte para tu esposo haberlo presenciado en directo. Un abrazo.
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