martes, 23 de julio de 2019

El último día de Sara

Antes de abrir la puerta, sólo escuchaba susurrar al miedo.

Era una familia extraña, pero de trato correcto. La señora, una mujer alta y delgada de tez pálida y unos cincuenta años, parca en palabras como nadie, me hablaba siempre de usted y mantenía las distancias, aunque en ocasiones hasta se le escapaba una sonrisa. El marido, por contra, solía sentarse a la noche en el sillón sin soltar su pipa, embutido en un traje gris y con una novela en la otra mano; después que yo hubiera acostado a los niños platicaba acerca de sus viajes de negocios o sobre las últimas novedades literarias. El trabajo no estaba mal pagado, aun teniendo en cuenta lo solitario de la casona. Sólo ponían una desconcertante condición: No abras jamás La Puerta. 

Aquella noche ambos habían salido. Los pequeños dormían y yo miraba con un hormigueo en el estómago hacia el final de la escalera.

Los peldaños se lamentaron a cada paso. El latido de mi corazón iba en aumento. Estará cerrada con llave, pensé. Me equivocaba. El crujir de las bisagras consiguió helarme el alma. La estancia se hallaba sólo iluminada por la luz de luna colándose por una claraboya. El polvo lo cubría todo. En una mesita había un sobre, sentí que gritaba una advertencia al desdoblar el papel.

Tan sólo pedíamos poder confiar en ti. Recoge tus cosas, a la salida te aguarda un carruaje. Esperamos no verte más.

En ese momento, desde el piso inferior, llegó el angustioso sonido de otra puerta abriéndose.


44 comentarios:

  1. Qué buena historia, Jorge, y con final sorprendente precisamente porque no se produce el "sobresalto" que esperábamos tras la atmósfera de misterio creada (bien por tu total imprevisibilidad). La verdad es que me parece una original manera de comprobar si podían confiar en su empleada.

    A pesar del calor tu imaginación sigue en plena forma, no hay duda :))

    Un abrazo.

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    1. Hola Julia, es difícil sorprender con tan poco espacio, procuro huir de los finales previsibles, aunque no siempre se consigue. Me alegro que te haya gustado. Un abrazo!

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  2. Estupendo micro, Jorge. Eres el primero que usa la "puerta cerrada" esas que jamás deberían abrirse y que hacen honor al dicho de que la curiosidad mató al gato. En este caso, no lo mató pero si le hizo perder la confianza y el trabajo. Me gustó mucho ese inicio con el que hemos visualizado y has mostrado el retrato de esa familia en tan pocas palabras. Un fuerte abrazo!!

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    1. Hola David, no escribiríamos estos retos si no fuera porque con tus iniciativas nos animas a ello. Son un buen ejercicio de imaginación, sobre todo para no oxidarse ahora en verano. Un abrazo!

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  3. Buenísimo, Jorge! Un relato de suspense con un final totalmente inesperado. Muy bien construido. Felicidades.

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    1. Me alegra haberte sorprendido con el final, marta. Gracias por tu visita!

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  4. A mi modo de ver, la trama está construida en dos tiempos, la primera parte puramente descriptiva nos facilita el conocimiento de los personajes, mientras que la segunda se centra en la protagonista y su mundo interior atrapado por el miedo y la curiosidad, aquí aparece una sugerente atmósfera de suspense que provoca al lector esa necesidad de conocer cuanto antes su desenlace.
    Todo ello, bien expresado y corregido desde el punto de vista narrativo, por lo que tu micro, Jorge, lo encuentro de gran calidad.
    Confiar es una elección y perder la confianza es destruir las expectativas que hemos creado en los demás, de esa manera Sara acabó desperdiciando la oportunidad de tener un empleo.
    Hablando de este tema, me acuerdo del refrán: «donde hay confianza da asco», algo a tener en cuenta, cuando se producen excesos, que luego son mal interpretados y algo de esto también le ocurrió a la protagonista.
    Un abrazo, Jorge.

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    1. Muchas gracias por tu extenso y argumentado análisis Estrella, se nota que te tomas tu tiempo en desmenuzar lo que lees y eso siempre es de agradecer. Un abrazo y feliz verano!

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  5. Curiosity killed the cat. pero ¿quien se puede resistir a abrir una puerta prohibida? Con lo difícil que es escribir un micro, tú has escrito uno lleno de matices. Espero que Sara encuentre otra casa que no sea tan misteriosa.
    Mucha suerte con tu reto.
    Un beso muy grande

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    1. Muy cierto Ana, las puertas cerradas tienen un algo que nos anima a abrirlas aunque esté prohibido. Quizás esa prohibición sea precisamente su atractivo. Un beso Ana!

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  6. ¡Qué buen micro, Jorge! Eso de que te pongan pruebas en el trabajo para ver si sos confiable no es nada alentador. Lo prohibido ejerce una fascinación irresistible.
    Un abrazo y feliz verano.

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    1. Hola Mirella, cierto, las prohibiciones nos animan a saltarnoslas por el mero hecho de estar prohibidas. Un abrazo y buen verano, creo que ahí donde estás invierno más bien.

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  7. Aunque al principio descoloca un poco tu miro relato, luego según avanza la historia ese tipo de situaciones se va aclarando y ese final es totalmente inesperado.
    Un abrazo Jorge
    Puri

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  8. Hola Jorge. Creo que es la primera vez que te leo un micro. Si no supiera que eres gallego, me ha dado la impresión de que lo ha escrito un sudamericano, o centroamericano por la utilización de algunos términos, que aunque correctos, no tan usuales en España. Ej: “platicar”, “a la noche… por la noche”, “por contra por al contrario”. No reconozco tu forma habitual de escribir, esto no es bueno, ni malo Jorge, sino todo lo contrario jajja, y no me refiero a cambiar de registro, que eres un crac en este sentido y le pegas a casi todos los palos, sino a ese toque especial que hace que distinga tus relatos del resto.
    Te quería comentar esta impresión antes de ir al micro en sí, con un ambiente inquietante, con personajes bien definidos y con un final potente propio de un buen micro.
    La puerta no solo como inicio obligado del reto, sino como protagonista absoluta.
    Que tengas buen veranito Jorge. Un abrazo de los fuertes.

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    1. Pues va a ser que no Isabel, en este blog ya me has comentado más de uno jaja. Lo de los términos raros es simplemente por no repetir palabras, así "platicar" sustituye a "hablar" que se dice algunas líneas antes, y "a la noche" es por no repetir el "por", no tenía ninguna otra intención pero si ha servido para pasar un poco de incógnito pues bienvenido sea. Gracias por comentar Isabel, te deseo también un buen verano. Un abrazo!!

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  9. Hola, Jorge. Me pasó lo mismo que a Tara. Por algunas palabras usadas pensé que eras argentino.
    El micro es excelente. Logras la atmósfera que grita "quiero saber qué hay detrás".
    Un abrazo

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    1. Es difícil crear suspense en un micro, si he creado alguno me doy por contento. Un abrazo Mirna!

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  10. Y la curiosidad mando al paro.
    Mantienes una desconcertante tensión hasta un final inesperado por lo normal después de esperar dar un brinco en el asiento.
    Un abrazo.

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    1. El brinco hubiera sido quizás demasiado previsible. Gracias por comentar Francisco, un abrazo!

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  11. me gusta mucho como escribes un placer el haberte leido

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  12. Una trama interesante, de lectura sencilla y con un buen ambiente. Me parece una buena manera de saber si se puede confiar o no en una persona, aunque la curiosidad es algo morboso y dificil de controlar.

    Me ha gustado visitar el blog.

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    1. Bienvenida Idalia, tienes toda la razón en que la curiosidad es un impulso complicado de controlar. Un abrazo!

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  13. Ya lo dice el refrán: "La curiosidad mató al gato". Un micro muy bien llevado, Jorge, como ya nos tienes acostumbrado.
    Un abrazo.

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    1. Y despidió a la empleada jeje. Gracias por comentar Bruno, Un abrazo!

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  14. Imaginativo, elegante y con un final magnífico, redondo. Vamos, todo lo que esperaba encontrarme ante un texto (aunque fuera un micro) de tu autoría y que me ha encantado. ¡Enhorabuena!
    Espero que estés disfrutando de un verano maravilloso.
    Te envío un fuerte abrazo.

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    1. me alegra que te haya gustado y parecido imaginativo, Patxi. Te deseo también un feliz verano por esas preciosas tierras que tenéis por ahí. Un abrazo!

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  15. Estupendo micro y muy original, Jorge. Empieza abriendo una puerta y termina abriendo otra. ¡Qué redondito! Te felicito.
    Un abrazo

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    1. Gracias Ana, es cierto, termina tal como empieza. Un abrazo.

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  16. Muy buen micro Jorge. Has descrito a la familia y esa prohibición de abrir la puerta le ganó la curiosidad. Por desobedecer se quedó sin trabajo.Un abrazo.

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    1. La curiosidad no fue en este caso buena consejera. Un abrazo, Mamen.

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  17. eres nuevo para mi te estoy leyendo y tratando de entenderte Me gusta lo que veo

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  18. La despedida, fue el pago final por la desconfianza.
    Una trama interesante, por lo inesperado en su contexto teniendo en cuenta el clima de suspense y las personalidades implícitas.
    Me gustó.
    Un saludo, Jorge.

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    1. Me alegro que te haya gustado Mila. Gracias por comentar, un saludo.

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  19. Que manera tan peculiar para determinar la honestidad de la protagonista. El misterio de no abrir la puerta, se le tornó en aliciente para satisfacer su curiosidad. !Buen micro!
    Saludo

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    1. Un tanto rebuscados estos señores, no te lo voy a negar, Yessy. Gracias por comentar. Un saludo.

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  20. Un final muy inteligente porque no se produce nada extraordinario como generalmente se espera detrás de puertas cerradas y prohibidas.
    ¡Estupendo micro, Jorge!
    Un abrazo.

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    1. Supongo que un final así sería demasiado evidente, sobre todo para un micro. Muchas gracias Mirella. Un abrazo!

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  21. Hola, Jorge.
    Muy bueno, vas creando tensión y nos dejas con la expectativa del qué pasará.
    Eso sí, deben estar renovando el personal cada poco, la curiosidad es un signo de vida, solo con que le digan a uno no abras esto o no mires aquí, y sin saber la razón. Es imposible no reaccionar, je, je, je.
    Un beso.

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    1. Muy cierto Irene, la curiosidad es innata al ser humano y uno de los motores del progreso de la humanidad. Un beso.

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  22. Escalofriante y muy efectivo microrrelato. Me gustó mucho. Yo tampoco podría soportar estar ahí y no poder abrir esa puerta.
    Un abrazo.

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