Su mente volaba dos mil años atrás imaginando el momento que según le habían contado sucediera tan cerca, más allá del río Jordán.
El haz de luz diluyó la noche, un estruendo retumbó entre las colinas... y las paredes se salpicaron de rojo. Una bomba fabricada en un país muy lejano apagó los pensamientos de Ayla para siempre.
El haz de luz diluyó la noche, un estruendo retumbó entre las colinas... y las paredes se salpicaron de rojo. Una bomba fabricada en un país muy lejano apagó los pensamientos de Ayla para siempre.
Al menos murió con una sonrisa.
NOTA: Relato escrito para el concurso de Microrelatos Navideños "La cara oculta II" (El lado B de la Navidad) del Círculo de Escritores
Muy bueno el micro. Y triste muy triste.
ResponderEliminarTe acabo de conocer y ya me hago seguidor. Veo que llevas poco con tu blog, me quedo como seguidor para apoyarte en lo que haga falta.
Un abrazo
Triste pero por desgracia un tema de mucha actualidad. Gracias por tu visita Francisco, sigo tu blog también. Saludos.
EliminarVaya, con ese estupendo y a la vez duro y trágico final nos dejas sin habla. Un tema actual contado con un toque navideño que nos hace entristecer. Un tema para el que reflexionar el que planteas aquí. Todo ello, narrado en tercera persona, pero a través de unos ojos inocentes.
ResponderEliminarAbrazo, Compañero.
Un final que a todos nos gustaría cambiar, por desgracia hacen falta más que palabras para eso. Gracias por tu visita Ricardo. Abrazos.
EliminarTriste y desgarradora historia Jorge.
ResponderEliminarEstupendo micro.
Un abrazo.
Ojalá algún día estas historias sean sólo un mal recuerdo. Gracias por tu visita Oscar. Abrazos.
EliminarUn microrrelato que no nos deja indiferente por su final. Muy bueno
ResponderEliminarLos niños siempre son las mayores víctimas de estos conflictos. Gracias por pasarte María del Carmen.
EliminarMe ha gustado tu relato, volveré
ResponderEliminarPobrecilla. Muy feliz Navidad.
ResponderEliminarUn abrazo Muy buen micro.
Gracias Mercedes, feliz año.
EliminarDuro final que por desgracia es muy real, sobre todo en el mismo sitio en que empezó la Navidad representada en el nacimiento, en Belén los niños palestinos no tienen otra fiesta que la de tu niña. Un abrazo, Jorge y que tú sí tengas una Feliz Navidad
ResponderEliminarEn realidad lo escribí pensando más en la guerra de Siria, aunque podría encajar perfectamente en el conflicto Palestino. Lo que ocurre con estos micros tan limitados en palabras es que tienes que ser demasiado sutil con las pistas que dejas. Feliz año Ana!
EliminarHola Jorge
ResponderEliminarDuro y contundente tu relato, sí señor. No te andas con paños calientes, un poco en la línea de condena de tu anterior relato El águila y la esvástica, esta vez en un momento que tenemos mucho más cerca en el tiempo, en un lugar donde, como dice Ana, cosas de la vida, se inspiraron cancioncillas de "Noche de paz, noche de amor..." En un lugar donde intentan convivir (si les dejan) cristianos y musulmanes con la muerte diaria.
Pequeño Gran relato compañero. Y cuando lo has leído, el título, con ser tan conocido, resulta impactante.
Feliz Navidad
las exigencias del concurso en cuanto a límite de palabras no dejan mas opción que ser contundente. gracias por pasarte, feliz año Isidoro!
EliminarDesgraciadamente, tu relato es tremendamente real. En estos días de comidas excesivas y falsas felicitaciones, nos olvidamos del miserable mundo que viven tantos millones de personas.
ResponderEliminarEspero que tengas suerte en el concurso. Un saludo.
la navidad por desgracia tiene también su cara oculta, un saludo y feliz año!
EliminarOhhh menudo final. Totalmente inesperado y desalentador.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo.
Gracias María, supongo que es bueno provocar esa sensación en el lector, de eso se trata. Un saludo y feliz año!
EliminarTerrible y hermoso relato. Las fiestas tienen algo que trasciende a una creencia. Son contagiosas en algún punto. Y la realidad de necesitar de algo bello y esperanzador en medio de una situación dramática.
ResponderEliminarmuy cierto lo que comentas Mirna. Un saludo y feliz año!
EliminarReal y triste. Muy triste.
ResponderEliminarUn abrazo.
Abrazos Sue, feliz año!
EliminarMuy triste pero con un centelleo a esperanza, gracias a ese último pensamiento.
ResponderEliminarEs duro y actual, nuestra realidad en el mundo.
Un abrazo!
la realidad de muchas personas por desgracias. Un saludo y feliz año Irene.
EliminarDemoledor micro, más allá de cualquier fecha y lugar, una realidad que, con o sin sonrisa, siempre acaba del mismo modo, con la injusta muerte de un inocente por un interés ajeno. Muy bueno, muy desolador.
ResponderEliminarSaludos, compañero.
Una realidad con la que conviven muchos en su dia a dia. Un saludo Edgar y feliz año!
EliminarOh, que tristeza. Impactante micro. Un abrazo y Feliz Año 2016
ResponderEliminarFeliz año Elena!
EliminarMuy buen micro compañero. Pensaba en que por un lado, hay personas que ven la navidad y las tradiciones sobre ella como algo meramente comercial, impuesto a todo el mundo hasta que todos lo celebran. Pero claro, no hay que olvidar que al margen de lo anterior, es una época donde hay cierta unión en las familias, y donde hasta un portal de belén, dejando de lado el significado religioso, puede traer cierta paz a personas necesitadas de un respiro.
ResponderEliminarUna tragedia (demasiado real en cualquier época por desgracia) bien condensada en el margen de palabras, me ha gustado compañero. Un abrazo.
Es lo que ocurre con éstos relatos, que es complicado decir todo lo que se quiere decir con un límite de palabras tan escaso, aunque por otro lado te obliga a condensar y buscar las palabras justas que consigan el impacto emocional que se desea. Gracias por pasarte José Carlos. Abrazos.
EliminarSon este tipo de relatos de desgarradora denuncia social los que te dejan mal cuerpo al leerlos (no por falta de calidad obviamente) y te conciencian de la dura realidad que afrontan millones de seres humanos en el mundo mientras nosotros somos afortunados de poder celebrar (ya pasaron) unos días de fiesta y paz con los amigos y la familia. Un abrazo.
ResponderEliminarLo importante de un relato es que no deje indiferente al lector, si consigue inducir ese tipo de sensaciones es buena señal. Por cierto ya que estás por aquí aprovecho para decirte que el enlace a tu blog no se actualiza bien, de echo redirecciona a otra web. He comprobado que en otros blog que te tienen añadido pasa lo mismo. Es un problema porque cada vez que publicas no nos enteramos y seguramente pierdes visitas por ello, yo procuro pasarme de vez en cuando pero la frecuencia no es la misma. Un abrazo y me alegra verte por aquí de nuevo Enrique.
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