lunes, 15 de diciembre de 2025

El precio de las cosas

Conocí a Miguel una noche de cena con unos amigos. Era extrovertido, educado y con un magnetismo particular. Congeniamos enseguida, por alguna de esas razones que resultan inexplicables al entendimiento. Cuando todos dieron la velada por terminada nosotros continuamos en un pub con olor a madera vieja y a nostalgia. Hablaba mucho, escuchaba mejor y tomaba demasiada cerveza.