El
Mornig Times de la fronteriza localidad de Laredo, en Texas, seguiría siendo un
olvidado diario de provincias si no fuese por aquel anuncio anónimo con el que
comenzó todo.
Se necesita bombero para incendio en la Torre Willis, Chicago.
El clasificado no hubiera pasado de una broma macabra de no ser porque, ese 27 de abril, el piso 66 de la Torre Willis ardió por completo. Tras el desastre, un ciudadano también anónimo denunció la existencia del premonitorio texto, movilizándose inmediatamente las unidades antiterroristas federales. Nadie podía imaginar el desconcertante vaticinio del segundo anuncio.