domingo, 20 de mayo de 2018

Hasta siempre, soledad

Encontré aquel lugar en Barcelona de casualidad.

La plaza forma un cuadrado delimitado por la iglesia de un viejo monasterio barroco y  varias fachadas renacentistas. Hay en su centro una fuente octogonal labrada en piedra con un surtidor en medio, junto a la fuente un árbol espigado y a su vera, la soledad.

No es una visitante ocasional que aparece y desaparece a su antojo. Ella forma parte del entorno, como los vetustos adoquines que tapizan el suelo o el rosetón que emulando un ojo omnipotente todo lo observa desde la fachada de la iglesia. Ella vive allí y sin su presencia la plaza no sería la misma.

Me hallaba en la ciudad por trabajo y a la noche me gustaba salir a pasear hacia el barrio Gótico. Deambulando sin un rumbo fijo el lugar se me apareció como por ensalmo. Tiene tan sólo dos entradas, la primera llegando desde un callejón estrecho y oscuro junto a la Catedral tras pasar bajo un arco entre dos casas, y otra en el extremo opuesto hacia el corazón del casco histórico. Desde entonces tenía por costumbre parar allí antes de ir a dormir. Supongo que nunca he sabido muy bien cómo encontrarme conmigo mismo.

Corría el mes de Diciembre y rondando ya la medianoche solía ser el único viandante que a esas horas osaba perturbar su silencio. Me senté sobre el pretil de la fuente, la brisa fría del invierno me asaltó tratando de robarme el poco calor que conservaba. Giré la cabeza a mi derecha, hacia el vacío infinito allí sobre el muro.

Un lugar hermoso como pocos —musité.

Hermoso y triste también —respondió ella.

A mí me inspira paz.

Paz es de lo poco que no hay aquí. Las piedras me hablan, cuentan historias de sangre y muerte. ¿No oyes sus lamentos?

Agucé el oído. Tan sólo escuchaba llorar al viento.

Hace mucho ya de eso —protesté.

Ochenta años no son muchos. No pensarías así si padecieras mi condena.

¿Aquella a la que hace mención tu nombre?

Claro que no. ¡La vida eterna!

Nada ha cambiado con el paso del tiempo —asentí —Aquí o allá los que sufren son siempre los más indefensos.

Así es —creí sentirla suspirar —nada ha cambiado, ni parece que vaya a hacerlo.

Unos faroles clavados en las fachadas a media altura iluminaban la piedra tiñéndola con su luz amarillenta. Por encima de ellos, los adustos edificios confundían sus siluetas con el negro de la noche, difuminándose hacia las estrellas. 

¿Y tú? ¿Que has venido a buscar a este lugar? —preguntó ella.

¿Me creerás si te digo que a ti?

Una risa de mujer llegó para acompañar al incansable repiqueteo del agua a mis espaldas.

Yo habito en el interior de muchos corazones, no deberías encariñarte demasiado.

Un poco tarde para eso. Tal vez si no te conociera tanto…

Hay quienes me odian y temen a partes iguales. Seguramente es lo mejor que podrías hacer.

Será que no han aprendido lo suficiente sobre ti.

O quizás han aprendido demasiado.

Otros te quieren. Tanto o más que yo. Lo sabes.

Esa es la perdición de muchos.

También la inspiración de otros tantos.

Creo que estás equivocado —dijo tras unos segundos de silencio.

¿Por qué? Dímelo.

No has venido por mí. Es a ti mismo a quien buscas.

A ti o a mí, tanto da. Casi hemos llegado a ser lo mismo —añadí resignado.

Me caes bien, joven muchacho. Habré de castigarte más a menudo con mi presencia.

Eres tú quien mejor compañía me hace, Soledad.

La adiviné sonriendo sentada a mi lado. Sentí un tacto liviano tocándome el dorso de la mano, tal vez fuese el viento, aun cuando era tibio como el agua de mar caldeada por el sol de verano. Dejé de mirar a la noche y desvié los ojos hacia el muro. Allí estaba, con la luna en cuarto creciente pintada en el rostro, tal como la había imaginado. Era morena, de cabello largo y liso cayéndole hasta la cintura, la expresión infantil de niña traviesa, unos hoyuelos punteándole las mejillas y sus ojos negros de una hondura insondable; Y tristes, en contraste con aquella sonrisa cautivadora.

Eres hermosa.

¿Eso te parezco? —sus labios se curvaron aún más —No soy yo, sino el modo en que me miras.

Tendré que hacerlo entonces con más frecuencia.

Me acarició nuevamente con su risa, apagando el silencio.

¿Acaso intentas flirtear conmigo? Se hace tarde y es hora de ir a dormir. Sé que madrugas y yo, yo no tengo demasiado tiempo para soñar. Tal vez mañana, si vienes, podamos retomar nuestra conversación.

Levanté mi porte sombrío y comencé a caminar hacia las edificaciones que bordean el recinto. Sobre el pretil, donde un instante antes compartía los minutos con mi musa inalcanzable, no había ahora más que vacío. En una de las paredes, junto a la iglesia, se hallaba una placa de bronce oscurecida por el paso de los años. Leí con pausa, traduciendo del catalán.

En memoria de las víctimas del bombardeo de San Felipe Neri. Aquí murieron 42 personas —la mayoría niños— por la acción de la aviación franquista el 30 de enero de 1938.

“Nada ha cambiado, ni parece que vaya a hacerlo” retumbó una voz en mi cabeza. 

En la fachada de la iglesia la metralla había marcado sus huellas y arrancado la piedra, dejando en su lugar profundos hoyos como si se tratase de un rostro picado de viruela. Pasé la mano por la pared acariciando su contorno herido. Los lamentos de tantas vidas truncadas antes de tiempo llegaron, esta vez sí, nítidos a mis oídos.

Hasta siempre, Soledad —me despedí con el corazón encogido.

El eco de mis pasos sobre los adoquines fue lo último que dejé en la Plaza de San Felipe Neri aquella noche. Crucé bajo el arco entre las casas, tan solo mi sombra me seguía.

Y detrás de ella, caminando despacio, la soledad.






78 comentarios:

  1. Un relato triste y profundamente doloroso, una perla literaria. Yo no conozco los pormenores de la historia de esa época terrible pero sé que los españoles tienen siempre presente las tragedias de esos tiempos. Como relato me ha parecido hermoso. Tú sabes, la personificación de la Soledad, la fantasía de ese diálogo, las descripciones, la atmósfera, todo ello junto con el contexto hace de tu relato un objeto literario completo. Es una delicia leerlo dejándose llevar por el paso tranquilo del ritmo de la narración. Muy bien hecho, Jorge, es de los que a mí más me gustan. Te mando un abrazo, amigo.
    Ariel

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    1. ¿Sabes lo que pasa Ariel? que aquí, a pesar del tiempo transcurrido aún no hemos pasado página de ese capítulo tan negro de nuestra historia. Tristemente somos la única democracia que no ha revisado los crímenes de su dictadura, la única en la que el dictador está enterrado en un mausoleo, y el segundo país con más fosas clandestinas. Aquí ese pasado sigue aún muy presente en las instituciones. Duele decir estas cosas como español pero cerrar los ojos a la realidad no conduce e ningún lado. Por eso el tema es recurrente una y otra vez para nosotros, como una especie de catarsis frente a lo que vivimos diariamente.
      Sé que este tipo de escritos son de los que a ti te gustan, más íntimos y rebuscando en el interior del alma. Muchas gracias por tu comentario, Ariel. Un abrazo!

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    2. Mis felicitaciones, Jorge, por el tintero de oro. Merecido galardón, por cierto. Desde Buenos Aires te mando mi más cálido abrazo. ¡Que lo disfrutes! Excelente relato.
      Ariel

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    3. Gracias Ariel, de vuelta otro abrazo cruzando el océano!

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  2. Además de la habitual solidez argumental, la trama perfectamente ensamblada si que nada desentone, y la prosa de alta escuela que nos tienes acostumbrados, destaco en este relato la poderosa recreación de una atmósfera enclaustrada entre unos muros heridos, testigos mudos de una dolorosa tragedia.
    La Soledad se convierte en una presencia viva que late y respira, a la espera del espíritu sensible que sepa conectar con ella para escuchar la historia que cuentan esas paredes mutiladas por la metralla, los monstruosos secretos de un pasado recubriendo como un sudario de desolación todos y cada uno de los elementos que definen el escenario del imborrable drama.
    Enhorabuena,Jorge, por este inspirado relato, otro más de tu inagotable factoría literaria.
    Imagino que será el que presentes, así que, mucha suerte en el concurso de "El Tintero", aunque tampoco creo que necesites mucha para volver a quedar en los puestos punteros.
    Un abrazo.

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    1. No andas errado Paco, es el relato que presento al Tintero asi que me temo que esta vez tendremos que dirimir nuestras fuerzas en este nuevo escenario, en vez de en el Torneo de Escritores como venía siendo costumbre. Será un placer volver a coincidir contigo. Gracias por tu suculento comentario. Un abrazo!

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  3. Cómo puedes ser tan bueno, Jorge. Qué manera de escribir. Empezando por el ambiente, que parece sacado de una leyenda del romanticismo, la prosa tan cuidada y los diálogos que hacen reflexionar sobre la soledad. Una historia preciosa que hubiera querido escribir el mismo Becquer. Un beso muy grande y felicidades

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    1. Bueno Ana, mira que compararme con Becquer! sabiendo de tu vena romántica supuse que este relato te inspiraría. Muchas gracias por comentar Ana, otro beso para ti.

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  4. Muy bonita historia Jorge ambientada en esa preciosa placita y en esas piedras que no olvidan el dolor causado y es que las piedras siempre recuerdan y se puede escuchar lo que cuentan si se tiene tanta sensibilidad como tú has mostrado en este bonito relato. La soledad buscada, la soledad bien llevada, la soledad que no da miedo, que deja crecer, aceptada y disfrutada muy distinta de aquella que a veces no se busca y se obtiene.
    Besos

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    1. Tú que eres de por ahí Conxita supongo que habrás estado en la plaza de San Felipe Neri alguna vez. Si es así, coincidirás conmigo en que tiene un encanto especial, es como un aparte en el bullicio de la ciudad. Un lugar precioso que me cautivó desde que la pisé. Un beso para ti también, Conxita.

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    2. Cierto, tiene un encanto especial pero también saber mirar y eso tú lo haces muy bien y se transmite en tus letras. Me gustan esos rincones que te transportan casi a otros tiempos, alejados de ruidos y de turistas como oasis en la gran ciudad.
      Besos

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    3. Ese es precisamente el encanto que tiene, Conxita, un oasis de paz en medio de la ciudad. Un beso.

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  5. Supongo que al protagonista de tu estupendo relato la soledad se le presenta atractiva porque la anda buscando. Cuando la soledad viene sin llamarla, cuando es impuesta, me imagino que ya no aparece tan guapa, sino más bien como una compañía indeseable.
    Interesante conversación la que nos traes en este relato y muy adecuada para el escenario elegido.
    Un abrazo.

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    1. Bueno Paloma, en realidad he querido mostrar esa contradicción entre la belleza y la tristeza de la soledad. La personificación de la soledad no es más que el otro yo del protagonista, pues obviamente la soledad no se le ha aparecido, que le pone el contrapunto pesimista. Esa soledad de dos caras es la que se muestra aquí, una soledad dual. Un abrazo Paloma.

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  6. Hola de nuevo, esta tarde me pongo al día con tus relatos. Esta soledad creí que era una pequeña virgen en el centro de la plaza, y leyendo veo que es una compañera que puede estar en cualquier sitios donde nos perdamos sin compañía. Le has dado protagonismo, un diálogo interior en verdad. Me ha resultado triste esta soledad sentada junto a él, una musa que arranca sentimientos profundos y nos conmueve sobre todo a algunos que la hemos tenido cerca. Un abrazo compañero

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    1. Pues no se si la soledad es virgen, Emerencia, y no tengo muy claro el modo de averiguarlo... Efectivamente la soledad es la parte más triste en este relato, una soledad que no es mas que el reverso del protagonista. Un abrazo!

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  7. Un relato precioso y triste a la vez que inspirado en esa placita que (algo me suena de haber pasado por ella). Ese diálogo con la soledad que parece no ser una soledad impuesta sino buscada. Y esa historia que nos cuentas de la guerra civil y esa tragédia de muerte. Las piedras con las marcas de la metralla en las paredes. Sólo falta que lo puntuemos y votemos. A tí la suerte no te falta en el concurso Jorge, porque escribes unos relatos de 10 . Un abrazo

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    1. La placita es una joya, eso es cierto. Y la historia de la guerra civil desgraciadamente también. Tú sabes Mari Carmen que en el Tintero siempre ha habido un nivel muy alto así que competir aquí es siempre un reto y un placer al mismo tiempo. Gracias por pasarte. Un abrazo.

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  8. Un relato de tono nostálgico, reflexivo, casi poético al concebir un encuentro con la misma soledad y ser ésta una mujer de cautivadora belleza con la que el protagonista puede conversar. No me ha costado nada sumergirme en el paisaje físico que rodea al protagonista, deliciosamente descrito por ti, ni en su paisaje emocional. Ha sido como ser espectadora de un encuentro mágico en más de un sentido.

    Precioso, Jorge, ha sido un placer dejarse llevar por tus letras.

    ¡Un abrazo!

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    1. Bueno a la soledad le pone rostro el propio protagonista, igual otro la hubiera visto fea. Me alegra que te haya gustado Julia, gracias por tu comentario. Un abrazo!

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  9. Un relato triste y muy conmovedor donde la soledad cobra vida de un modo bellísimo. Magnífico, Jorge.

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  10. En la frase "supongo que nunca he sabido muy bien cómo encontrarme conmigo mismo" está el meollo de la cuestión, de lo que le sucede a tu personaje y del porqué se siente a gusto con Soledad.

    Mucha suerte en el concurso, Jorge.

    Un beso.

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    1. Algo busca el personaje, que no encuentra, Chelo. Te deso mucha suerte a ti también. Besos.

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  11. Precioso texto, Jorge, creo que has elegido cada palabra, cada frase, con esmero. Triste, melancólico, dulce, romántico y elegante. La soledad es un sentimiento que nos conecta con el alma, al igual que tu relato.
    Mucha suerte en el concurso. Y un abrazo.

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    1. Suele pasar que le doy muchas vueltas a cada palabra, a cada punto y a cada coma en todo lo que escribo, hasta el punto de corregirlo una y otra vez. Inconformismo supongo que se llama. Un abrazo Pilar y suerte para ti también!

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  12. Gracias, Jorge, por participar con este relato en EL TINTERO DE ORO. Un abrazo y suerte!!

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  13. Bonita forma de describir un lugar marcado por la tragedia. Un lugar en el que la soledad se nutre de la compañía de los que de forma tan injusta perdieron la vida. La soledad, también, del que busca reflexionar, del que no teme quedarse a solas consigo mismo, y tiene la valentía de escrutar en el interior del ser humano que, pese a los sucesivos tiempos, no cambia mucho... ¿o sí? Dejemos abierta la esperanza para seguir avanzando.

    Muy buen relato, Jorge. Te deseo suerte en el concurso de David.

    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias Manoli por tu visita y comentario, se te echa de menos en el Tintero de Oro, a ver cuando te vemos participando otra vez. Un abrazo.

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    2. Jorge
      Me dejé llevar por tus palabras
      Y las disfruté mientras las leia
      que bueno abrazos

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  14. Hola Jorge.
    En este relato tan cuidado y especial, destaco el CLIMA, creo que lo has conseguido, primero por el ESCENARIO (que me han dado muchas ganas de conocer la iglesia y la plaza), supongo transitada de día, por eso la noche invernal es más propicia a la soledad física. Por LA ILUMINACIÓN (la tenue luz de los faroles a media altura en la pared de piedra... más arriba se confunden los edificios con la noche), con lo cual es un escenario perfecto, como si el hombre se encontrara absolutamente solo y no existiera nada más. nos faroles. Por el SIGNIFICADO HISTÓRICO HUMANO del lugar que, para quienes lo desconocíamos, escenario de una tragedia.
    Por el TONO, profundo e intimista del soliloquio con la soledad.
    Un abrazo compañero.

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    1. Esa imagen de los faroles a media altura que produce el efecto de que lo que está por encima de ellos se difumina en la noche, es una de las características de la plaza de San Felipe Neri en Barcelona. Un lugar distinto que a quien tenga un espíritu sensible no puede serle indiferente. Gracias por comentar Isabel, un abrazo.

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  15. Una preguntita que no tiene nada que ver con el relato Jorge...¿cómo consigues reducir los premios de tintero? a mi me quedan super grandes y no me gustan así. :(

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    1. Me lo contó un chamán de una tribu reductora de cabezas del Amazonas ;) jaja fuera bromas, ya hemos hablado de ello en privado y creo que el resultado no ha sido tan malo :)

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    2. Ha quedao niquelao...gracias señor jíbaro ;)

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  16. Como el protagonista, también llegué a esa plaza, acompañado de mi esposa, por casualidad, en la vusivi que hicimos a la ciudad hace ya unos años, y recuerdo que me sobrecogió, hasta el punto de no hacer ninguna foto que recogiera el momento.
    Digan lo que digan, no hemos superado tan triste etapa de nuestra historia, y hasta que no lo hagamos no saldremos adelante.
    Un relato muy triste y bien narrado. Un abrazo, Jorge.

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    1. A mi desde luego no me dejó indiferente cuando la pisé por primera vez, y siempre que visito Barcelona si puedo me paso a dar una vuelta y disfrutar de su quietud particular. Es curioso que incluso cuando hay gente, no suelen hablar muy alto ni hacer excesivo ruido, como si hubiera un código no escrito. Estoy completamente de acuerdo con tu última frase Bruno, ese es uno de tantos males de este país. Un abrazo.

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  17. Hola Jorge, hace unos días leí tu relato, ahora he regresado para decirte que reflejas en él muchos sentimientos. Dolores pasados, casi todas las ciudades los tienen, rincones y lugares que nos recuerdan el sufrimiento. Amo Barcelona, la he hecho mía hace ya muchos años, por eso tu relato me ha conmovido de un modo especial. Un logro perfecto la soledad que cobra vida y acompaña al protagonista..Felicidades y un abrazo Jorge.

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    1. Bueno parece que ya sois dos los que habéis leído el relato y pisado el lugar, bien! Barcelona tiene un encanto particular. Y es la única ciudad donde he visto cantar ópera en la calle, igual es que no he visto mucho mundo. Gracias por tu visita Mirta. Un abrazo.

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  18. No conozco bien los sucesos.Pero me impacta el tema de la soledad.Casi siempre ante la tragedia aparece la soledad..y acompaña y se transforma en único amigo.Qué buen relato,qué riqueza de vocabulario..qué excelente descripción animada.No me gusta la Soledad..pero me apasiona tu escrito Toda la suerte en el concurso!

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    1. La verdad es que la mayoría de españoles no conocen estos sucesos tampoco, yo mismo no los conocía hasta que encontré la plaza. La soledad no nos gusta a nadie, pero todos la hemos disfrutado en algún momento. Gracias por tu visita Graciela.

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  19. Hola, Jorge: No conozco Barcelona; puntualmente, no conozco Europa. Desde la imagen ya anuncias esta presencia inspiradora de la soledad, y los elementos que la activan: luces, evocaciones históricas. Describis con precisión los sentimientos que despierta y que anidan en el visitante. Buena suerte para vos.

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    1. Gracias Beba por pasar y comentar, yo tampoco conozco América, es una asignatura pendiente. Suerte para ti también.

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  20. Todos hemos tenido encuentros con la soledad, unos agradables y buscados, y otros desagradables y no deseados. Pero nunca había leído unos diálogos con ella tan bellos, aunque tristes, como estos. Esa plaza inspira tristeza y nostalgia, y también rencor e indignación al pensar en el pasado, no excesivamente lejano para la memoria, en que tuvo lugar ese cruel e injusto acontecimiento.
    Nunca he estado allí de noche, pero de haberlo hecho seguro que me habría encontrado cara a cara con esa soledad que habita en todas partes.
    Un gran relato narrado con maestría.
    Un abrazo, Jorge.

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    1. En mi opinión el lugar de noche toma un cariz diferente, yo al contrario que tu las veces que he estado ha sido casi siempre en la noche. Gracias por comentar Josep, un abrazo para ti también.

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  21. Buen relato, Jorge.
    Suerte en EL TINTERO.

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  22. Etupendo relato Jorge! Es curioso lo diferente que es mi percepción de esa plaza de la que plasmas en el relato. Yo también la encontré por casualidad paseando por el Barrio Gótico... pero quiso el azar que ese día la fuente estuviera rodeada de niños pequeños, con sus babis de colores y sus gritos de alegria despreocupada... la mezcla de esa estampa con el drama que gritan las paredes picadas de la viruela de la Historia me dejó un sabor agridulce. Alguna otra vez la he visto la plaza de San Felipe Neri representada como ese testigo mudo del horror de la maldita Guerra Civil, pero para mí es un símbolo de recuperación, de cómo una ciudad viva (y maravillosa) sigue adelante, vive más allá de la tragedia y resignifica esos rincones trágicos a través de la vida que se abre camino, queramos o no.
    Pese a esa diferencia de percepción me enamora tu propuesta de que una presencia haya podido quedar anclada a ese sitio por culpa de los horribles acontecimientos.
    Magnifico relato!
    Un saludo, nos leemos!

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    1. Estoy de acuerdo Sergio en que Barcelona es particular en eso, en su afán por seguir adelante y recuperarse. La plaza no era tal en el momento del bombardeo, de hecho fue reconstruida pues casi todos los edificios alrededor fueron derruidos por la explosión, y transformada en una plaza conservando ese estilo antiguo del barrio gótico. Ese mismo apego por la ciudad y la belleza quedó patente cuando en los siglos XIX y XX, mientras en otras ciudades se destruia el patrimonio legado por nuestros antepasados, en Barcelona se dedicaban a embellecer el barrio gótico para que luciese más hermoso. Curioso contraste con la Capital, donde apenas quedan edificaciones civiles medievales en toda la ciudad (que yo sepa 3, dos casas en la plaza de la Villa y la famosa Casa de las 7 chimeneas en la Plaza del Rey, y si contamos la restaurada casa de Lope de Vega en el barrio de las letras podríamos añadir un cuarto). La propia casa de Miguel de Cervantes se derribó en el siglo XIX ante la pasividad de las autoridades. Este apego por lo propio habla en favor del carácter de los Barceloneses.
      Me alegra que te haya gustado el relato. Un saludo.

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  23. Buen relato Jorge, no conozco esos hechos que narras, pero están cargados de dramatismo y fuerza. Son situaciones que en muchos lugares de nuestro país aún se pueden recordar sucesos como el que sucedió en esa plaza.
    Un abrazo Jorge y suerte en el concurso El Tintero de O.
    Puri

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    1. Así es Puri, ese triste episodio de nuestra historia ha dejado sucesos como este, unos más conocidos y otros menos, por todo el territorio. Un abrazo y gracias por comentar.

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  24. No he podido evitar el recordar con tu relato esa parte en la que el maestro Sabina canta: "Algunas veces suelo recostar, mi cabeza en el hombro de la luna y le hablo de esa amante inoportuna, que se llama soledad.
    Me ha encantado la forma nostálgica en la que nos cuentas el encuentro.
    Suerte, compañero.

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    1. El maestro Sabina es también una inspiración para muchos, como la soledad. Gracias por pasar Francisco. Un abrazo!

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  25. El texto es casi un poema de la soledad, con esos adjetivos tan precisos que nos transportan a ese rincón de Barcelona tan especial. Un texto muy bien logrado.

    ¡Mucha suerte!

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    1. Muchas gracias Araceli y bienvenida a mi blog. Un saludo!

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  26. Es un relato delicioso. Original y melancólico encuentro con la deseada o la maldita soledad, en un lugar que también es uno de mis rincones favoritos. El domingo, estuve paseando por allí y leí tu relato tomando un cafe en la terraza del Hotel Neri, conseguiste emocionarme. Felicidades por esta maravilla de relato. Un abrazo

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    1. Tú que eres de Barcelona Jose conocerás bien el lugar, me alegra saber que es también uno de tus favoritos. Por cierto podías animarte a participar alguna vez en el Tintero, sin duda sería un buen fichaje. me alegra verte de nuevo por aquí. Un abrazo.

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  27. Es un relato precioso Jorge, la delicadeza por cómo lo has narrado, la ambientación que es realmente maravillosa, el desconsuelo en el que uno termina por reflejarse.
    Porque la verdad es que el tiempo pasa, pero nada cambia.
    Por una parte eso sí, me he sentido identificada con el protagonista, supongo que es porque de vez en cuando también preciso de esos tiempo de soledad.
    Es la mejor compañera para comprender, y en tus letras como muestras; nos queda bastante camino.

    Un placer leerte.
    Un abrazo.

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    1. La soledad tiene su cara amable y su lado triste y eso he querido mostrar en el relato. Al protagonista le gusta y le pesa a un mismo tiempo, la busca y se resigna a tenerla por compañera. Un abrazo Irene.

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  28. Que magnifico relato, muy conmovedora la trama. Es una soledad que no está dispuesta a retirarse, que motiva todo aquel que desea brotar la melancolía, y pasar un tiempo ameno entre esa plazita donde reposan tantos recuerdos no gratos, pero quizá, necesarios para el alma. Suerte en el tintero, me encanto tu relato!

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    1. Es importante la memoria, aunque lo que haya que recordar no sea lo más gratificante. Pero caer en el olvido nos condena a revivir los errores del pasado. Gracias por pasar Yessy, me alegra que te haya gustado.

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  29. ¿Qué tal Jorge?
    A ti las tablas se te notan desde la primera palabra. Me ha gustado mucho. Soy ignorante de mucha historia española (siendo mexicano), pero me ha gustado mucho el vehículo que escogiste para contarnos esta historia. Matices, capas y sobre todo buena forma.
    Muchas felicidades y suerte en el Tintero.
    José Torma
    www.cuentoshistoriasyotraslocuras.wordpress.com

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    1. Muchas gracias Jose. Eso de las tablas es una quimera que perseguimos contínuamente, siempre estamos aprendiendo cosas nuevas. Gracias por tu comentario y visita. Un saludo.

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  30. Maravillosa conexión la que he visto aquí, compañero. Casi al mismo tiempo que tú publicabas este relato, subía yo "Costa da Norte". De hecho, si no publique exactamente el mismo día que tú fue porque me equivoqué al programar el blog. Y así, mientras yo hablaba de la costa gallega, tú lo hacías de la catalana. Yo con mi Consuelo, tú con tu Soledad. Los dos evocando a las almas caídas. Un hombre y una mujer que se encuentran en la noche. Si tú me decías que te había gustado mi diálogo, yo te digo que el que tú has escrito aquí, es de sobresaliente. Paisano, conozco el lugar que describes y te aseguro que me has transportado allí. Y repito, increíble conexión. Fascinado me he quedado. ¿A ti no te ha pasado algo parecido cuando has leído el mío? ¿Serán las meigas?
    Un abrazo Jorge. Y un placer leerte.

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    1. Podíamos juntar a Consuelo y Soledad y escribirles una historia juntas jaja. Ahora que lo dices Isidoro es cierto que hay similitudes entre los dos relatos, que además cruzan de parte a parte la geografía española. Ya sabes, habelas hainas como decimos por aquí. Gracias por comentar Isidoro. Un abrazo!

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  31. Curioso que yo escriba un relato ambientado en tu tierra y tú presentes uno ambientado en la mía!! El barrio gótico es de lo más inspirador que conozco. Me encanta pasear por allí, perderme y encontrarme, sentirme solo aunque a veces las calles esten llenas de gente.

    Buen relato. Un abrazo

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    1. Serán los astros que se han confabulado David. A ki también me encanta pasear por el barrio Gótico, en general me gusta hacerlo en la zona vieja de cualquier ciudad, es como un aparte en el corazón de las ciudades. Un abrazo David!

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  32. Hola, Jorge. Desde tan lejano lugar (Argentina) me he sentido caminando por ese escenario que describes con maestría. Cierto es que hay lugares que nos acercan a nosotros mismos y tal parece ocurrir con tu personaje. El clima de tu historia se impregna en quien lee y nos deja finalmente una reflexión acerca de lo solos que quedan quienes participan de un episodio trágico. La soledad no es solamente del que visita el lugar, es de quien fue protagonista de un hecho que se pierde en la memoria.
    Un abrazo

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    1. Una visión interesante la que aportas Mirna, esa soledad de los que sufren y han sufrido la barbarie de la guerra es sin duda una soledad terrible. Un abrazo desde el otro lado del Atlántico.

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  33. Enhorabuena, Tintero de oro. Me alegro muchísimo. Es un relato muy muy bueno. Besos

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  34. Muchas felicidades Jorge por conseguir de nuevo, merecidamente, el Tintero de oro.
    Besossss.

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    1. Gracias Isabel, no se si más o menos merecidamente pero el caso es que ahí está. Besos.

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  35. Enhorabuena, Jorge, por este segundo Tintero de Oro. Suma y sigue: a este paso vas a tener que ampliar la vitrina. Menos mal que sólo participas en ediciones alternas y así los demás pueden optar al primer premio de cuando en cuando. Un abrazo.

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    1. En honor a la verdad Paco hay que decir que en esta edición faltaban muchos de los que en cada ocasión optan a los primeros puestos. El nivel del concurso es muy alto y entran muchos factores en juego a la hora de dar las votaciones, siempre hace falta algo de suerte. Muchas gracias por tu felicitación. Un abrazo!

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