Entre las brumas de Gallaecia
Blog de Relatos de Jorge Valín Barreiro
domingo, 12 de octubre de 2025
Un corazón en Nueva York
miércoles, 2 de julio de 2025
Nostradamus 2026
Se necesita bombero para incendio en la Torre Willis, Chicago.
El clasificado no hubiera pasado de una broma macabra de no ser porque, ese 27 de abril, el piso 66 de la Torre Willis ardió por completo. Tras el desastre, un ciudadano también anónimo denunció la existencia del premonitorio texto, movilizándose inmediatamente las unidades antiterroristas federales. Nadie podía imaginar el desconcertante vaticinio del segundo anuncio.
viernes, 14 de marzo de 2025
Todo lo que un día fue
Jamás todo esto se me hubiera pasado por la cabeza. Ahora, la acción más horrible parece incluso justificada.
Escucho sus
gritos desde el cuarto contiguo. Seguramente intuye cuál es su destino, ¡maldita!
La cama golpea contra el suelo produciendo un estruendo seco que resuena en
todo el sótano. El buen juicio me ha obligado a esposarle muñecas y tobillos a
los hierros del pie y el cabecero.
¡Eva! Musito
su nombre como si ello pudiera devolvernos a los tiempos felices.
Un día la quise. Vivía por ella, respiraba sus palabras y me alimentaba de su sonrisa. Esos ojos color cielo eran el sol y las estrellas. Pero ya no podrá haber jamás nada que podamos compartir. ¡Nada! Y a pesar de todo, la amo.
lunes, 10 de febrero de 2025
La perla de Jamaica
Isla La Española, 1659
El capitán
Álvaro Mendoza aguardaba en la atardecida a orillas del Ozama. Desangrada por el
éxodo hacia el continente y asolada por ataques corsarios, Santo Domingo era
una sombra de la plaza que antaño fuera. El gobernador Zúñiga le encomendara esa
mañana transportar un valioso cargamento hasta Cartagena de Indias, al otro
extremo del Caribe. Allí, decía, estaría más seguro. Ante las reticencias de
Mendoza, la respuesta había sido doblemente negativa. ¿Por qué no una
carraca? ¡Proveedme al menos de una escolta adecuada! Ambas cuestiones fueron
argumentadas de igual modo: Una pequeña galera solitaria no llamaría la
atención. La demanda para consignar una tripulación más nutrida fue también
desatendida.
Constituía la Indomable una rareza en esas latitudes, galera de tres mástiles y sendas filas de remos a los costados, artillada por imperativo solo en proa. Entre la oscuridad, Mendoza observó una figura encapuchada siendo conducida por sus marinos hasta el buque. Instintivamente, se santiguó.
lunes, 3 de febrero de 2025
Hoy, igual que ayer
jueves, 16 de enero de 2025
La segunda oportunidad
Este relato concursó en la edición #cuentosdeNavidad de Zenda de 2024. Es una adaptación de un microrrelato que escribí para uno de los microrretos de El Tintero de Oro. No ha quedado muy navideño, más allá de algunas referencias a la Navidad que se dan a lo largo del mismo, pero ¿Quién ha dicho que debiera serlo?
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Un hombre vestido de negro camina cabizbajo a lo largo de las calles de la urbanización. Le duele el cuerpo después de soportar las penalidades del largo camino. Ha recorrido un vasta distancia, aunque tan solo unas horas atrás se hallaba todavía en el punto de partida. En los jardines de las viviendas, cada abeto se engalana con un traje de de luces multicolor, encendiendo y apagando el paisaje mientras la nieve sangra en tonos rojos, verdes y anaranjados. Colgadas de las ventanas titilan luminarias que semejan escupir mensajes en un morse ininteligible. Un muñeco de nieve le sonríe, tan inexpresivo como se han vuelto sus propias emociones. Tras las paredes de las casas se adivina alegría, transpiran la esperanza que sólo esas fechas edulcoradas son capaces de insuflar hasta en los corazones más endurecidos. Esperanza que, sólo él lo sabe, pende de un fino hilo de plata.
miércoles, 8 de enero de 2025
Principio y fin
—Sólo será un
pinchazo de nada, Amadeo.
—No, todavía
no.
—Verá como se siente mejor, no se haga de rogar.
miércoles, 27 de noviembre de 2024
El arte de la intimidación
El hombre gordo y trajeado me mira altivo, sentado en su sillón encuerado. Fuma un puro con parsimonia y, de vez en cuando, escupe sin disimulo hacia mi rostro el humo espeso, que me hace toser. Las paredes están forradas en madera, como atrapándome en el oscuro camarote de un galeón. Me ha parecido distinguir un Renoir. Desde una esquina, la cabeza melenada de un imponente felino me observa desafiante. Al fin, el gordo se digna a hablarme tras la maciza mesa de roble.
lunes, 25 de noviembre de 2024
El último gol de Maradona
Aquí la lista de relatos premiados
Eduarda corre sobre el empedrado irregular de la ciudad vieja.
martes, 8 de octubre de 2024
El dulce influjo de la luna
domingo, 22 de septiembre de 2024
Irrealidad
Apenas la savia nueva riega ya la red social. Solo quedamos algunos incombustibles, apurando nuestros últimos años en esta realidad finita. Tengo un mensaje privado de él.
Voy a su muro y veo que ha publicado las fotos de nuestro último viaje a Santorini. Todo muy normal, si no fuera porque… ¡hace dos años que Eduardo ha fallecido!
Todavía noto el corazón martilleándome las sienes cuando logro poner algo de cordura en mis pensamientos. Alguien ha hackeado su perfil, ¡tiene que ser eso! Más aliviada y fantaseando con la denuncia que pondré en comisaría, me dispongo a leer el chat.
domingo, 16 de junio de 2024
El accidente Kovalev
Corrían los lustros previos al derrumbe de la Unión Soviética. El gigante rojo agonizaba, mientras de cara al exterior trataba de mostrar una salud inmejorable. Fue en ese contexto que vio la luz el proyecto Bialystok, un ambicioso programa que pretendía colocar una nave en el espacio mediante una técnica revolucionaria. La idea era tan simple de concebir como difícil de realizar.
martes, 7 de mayo de 2024
La segunda oportunidad
El Tintero de Oro nos propone, para el reto de este mes, escribir un microrrelato de no más de 250 palabras que gire en torno al concepto del tiempo y sus múltiples vertientes.
Tratándose de algo tan complejo no podía ver la luz más que un relato de iguales características. Así que ha salido esto, cuya síntesis está clara en la mente del autor, pero que debido a la falta de espacio y lo rebuscado de la idea, no acierto a averiguar si producirá la misma diáfana impresión en quienes lo lean. Ahí va.
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jueves, 21 de marzo de 2024
La voz de Aurora
Aurora era el primer lucero de la mañana, la savia que alimentaba el día. Las raíces que sostenían mi mundo. Al alba corría a su lado para saludarla antes de comenzar la jornada. Con la caída de la tarde me sentaba a su vera y la leía poemas, le susurraba canciones engranadas al mecer de las hojas y de vez en cuando, le decía piropos. Y me parecía que se ruborizaba, y la escuchaba reír, ingenuo de mi, como el agua bajando por la torrentera. Y me hablaba, lo juro. Lo hacía a pesar de no ser yo más que un pobre rapaz huérfano que vivía de pastorear algunas reses, allá en una aldea remota de la sierra de Ancares, donde el tiempo se entretiene a veces en deshojar margaritas. Un aldeano que leía poesía e inventaba cuentos, mas aldeano al fin y al cabo. Un don nadie enamorado de una diva.








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