lunes, 21 de diciembre de 2015

Dulce Navidad

Ayla no le quitaba la vista de encima al Belén. Había insistido a su padre para que a pesar de todo lo montase. Aunque su familia no era cristiana, el 25 de Diciembre era Fiesta Nacional y a ella le gustaba recrear aquel pesebre cuya miseria la hacía pensar que aún había esperanza. 

Su mente volaba dos mil años atrás imaginando el momento que según le habían contado sucediera tan cerca, más allá del río Jordán.

El haz de luz diluyó la noche, un estruendo retumbó entre las colinas... y las paredes se salpicaron de rojo. Una bomba fabricada en un país muy lejano apagó los pensamientos de Ayla para siempre.

Al menos murió con una sonrisa.


NOTA: Relato escrito para el concurso de Microrelatos Navideños "La cara oculta II" (El lado B de la Navidad) del Círculo de Escritores

33 comentarios:

  1. Muy bueno el micro. Y triste muy triste.
    Te acabo de conocer y ya me hago seguidor. Veo que llevas poco con tu blog, me quedo como seguidor para apoyarte en lo que haga falta.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Triste pero por desgracia un tema de mucha actualidad. Gracias por tu visita Francisco, sigo tu blog también. Saludos.

      Eliminar
  2. Vaya, con ese estupendo y a la vez duro y trágico final nos dejas sin habla. Un tema actual contado con un toque navideño que nos hace entristecer. Un tema para el que reflexionar el que planteas aquí. Todo ello, narrado en tercera persona, pero a través de unos ojos inocentes.
    Abrazo, Compañero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un final que a todos nos gustaría cambiar, por desgracia hacen falta más que palabras para eso. Gracias por tu visita Ricardo. Abrazos.

      Eliminar
  3. Triste y desgarradora historia Jorge.
    Estupendo micro.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ojalá algún día estas historias sean sólo un mal recuerdo. Gracias por tu visita Oscar. Abrazos.

      Eliminar
  4. Un microrrelato que no nos deja indiferente por su final. Muy bueno

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los niños siempre son las mayores víctimas de estos conflictos. Gracias por pasarte María del Carmen.

      Eliminar
  5. Pobrecilla. Muy feliz Navidad.
    Un abrazo Muy buen micro.

    ResponderEliminar
  6. Duro final que por desgracia es muy real, sobre todo en el mismo sitio en que empezó la Navidad representada en el nacimiento, en Belén los niños palestinos no tienen otra fiesta que la de tu niña. Un abrazo, Jorge y que tú sí tengas una Feliz Navidad

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En realidad lo escribí pensando más en la guerra de Siria, aunque podría encajar perfectamente en el conflicto Palestino. Lo que ocurre con estos micros tan limitados en palabras es que tienes que ser demasiado sutil con las pistas que dejas. Feliz año Ana!

      Eliminar
  7. Hola Jorge
    Duro y contundente tu relato, sí señor. No te andas con paños calientes, un poco en la línea de condena de tu anterior relato El águila y la esvástica, esta vez en un momento que tenemos mucho más cerca en el tiempo, en un lugar donde, como dice Ana, cosas de la vida, se inspiraron cancioncillas de "Noche de paz, noche de amor..." En un lugar donde intentan convivir (si les dejan) cristianos y musulmanes con la muerte diaria.
    Pequeño Gran relato compañero. Y cuando lo has leído, el título, con ser tan conocido, resulta impactante.
    Feliz Navidad

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. las exigencias del concurso en cuanto a límite de palabras no dejan mas opción que ser contundente. gracias por pasarte, feliz año Isidoro!

      Eliminar
  8. Desgraciadamente, tu relato es tremendamente real. En estos días de comidas excesivas y falsas felicitaciones, nos olvidamos del miserable mundo que viven tantos millones de personas.
    Espero que tengas suerte en el concurso. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. la navidad por desgracia tiene también su cara oculta, un saludo y feliz año!

      Eliminar
  9. Ohhh menudo final. Totalmente inesperado y desalentador.
    Muy bueno.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias María, supongo que es bueno provocar esa sensación en el lector, de eso se trata. Un saludo y feliz año!

      Eliminar
  10. Terrible y hermoso relato. Las fiestas tienen algo que trasciende a una creencia. Son contagiosas en algún punto. Y la realidad de necesitar de algo bello y esperanzador en medio de una situación dramática.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. muy cierto lo que comentas Mirna. Un saludo y feliz año!

      Eliminar
  11. Real y triste. Muy triste.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Muy triste pero con un centelleo a esperanza, gracias a ese último pensamiento.
    Es duro y actual, nuestra realidad en el mundo.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. la realidad de muchas personas por desgracias. Un saludo y feliz año Irene.

      Eliminar
  13. Demoledor micro, más allá de cualquier fecha y lugar, una realidad que, con o sin sonrisa, siempre acaba del mismo modo, con la injusta muerte de un inocente por un interés ajeno. Muy bueno, muy desolador.
    Saludos, compañero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una realidad con la que conviven muchos en su dia a dia. Un saludo Edgar y feliz año!

      Eliminar
  14. Oh, que tristeza. Impactante micro. Un abrazo y Feliz Año 2016

    ResponderEliminar
  15. Muy buen micro compañero. Pensaba en que por un lado, hay personas que ven la navidad y las tradiciones sobre ella como algo meramente comercial, impuesto a todo el mundo hasta que todos lo celebran. Pero claro, no hay que olvidar que al margen de lo anterior, es una época donde hay cierta unión en las familias, y donde hasta un portal de belén, dejando de lado el significado religioso, puede traer cierta paz a personas necesitadas de un respiro.

    Una tragedia (demasiado real en cualquier época por desgracia) bien condensada en el margen de palabras, me ha gustado compañero. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es lo que ocurre con éstos relatos, que es complicado decir todo lo que se quiere decir con un límite de palabras tan escaso, aunque por otro lado te obliga a condensar y buscar las palabras justas que consigan el impacto emocional que se desea. Gracias por pasarte José Carlos. Abrazos.

      Eliminar
  16. Son este tipo de relatos de desgarradora denuncia social los que te dejan mal cuerpo al leerlos (no por falta de calidad obviamente) y te conciencian de la dura realidad que afrontan millones de seres humanos en el mundo mientras nosotros somos afortunados de poder celebrar (ya pasaron) unos días de fiesta y paz con los amigos y la familia. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  17. Lo importante de un relato es que no deje indiferente al lector, si consigue inducir ese tipo de sensaciones es buena señal. Por cierto ya que estás por aquí aprovecho para decirte que el enlace a tu blog no se actualiza bien, de echo redirecciona a otra web. He comprobado que en otros blog que te tienen añadido pasa lo mismo. Es un problema porque cada vez que publicas no nos enteramos y seguramente pierdes visitas por ello, yo procuro pasarme de vez en cuando pero la frecuencia no es la misma. Un abrazo y me alegra verte por aquí de nuevo Enrique.

    ResponderEliminar